Columnas Rinconet

El Acuerdo Programático y el Mapa del Imperio

By 12 enero, 2011 8 Comments

Uno de los pocos aciertos de Kirchner, un presidente crispado, violento y hegemónico, fue el de no prometer nada que no pudiera cumplir. De hecho, no prometió nada.

El Grupo A sostiene por el contrario que el Acuerdo Programático es el requisito ineludible del buen gobierno y que bastaría con que nos pongamos de acuerdo en 3 o 4 cosas para que de acá al viernes nos transformemos en Finlandia. El Acuerdo Programático es el resumen Lerú del Moncloa Argentino.

Por eso la oposición quiere establecer un Programa claro antes de definir las candidaturas. Lo importante es el Programa, argumenta, no las personas.

Por eso Binner, un político serio, insiste en establecer un acuerdo aunque haya enunciado que no acompañaría a Cobos pero sí a Alfonsín o haya descalificado a Giustiniani y defendido a Bonfatti, su candidato, sin aclarar si estaban a favor o en contra de aquel acuerdo. Es por eso que Oscar Aguad, que antes apoyaba la candidatura de Cobos ahora apoya a Sanz, aunque no haya tenido tiempo de leer el programa que ninguno de los dos candidatos ha tenido tiempo de redactar.

Es por eso que la Mentalista de Gorlero, otra gran defensora del Acuerdo Programático que nos librará de esta dictadura peor que Hitler, establece afinidades y límites personales (Macri no pero Michetti sí, Alfonsín sí pero Cobos no, Duhalde no pero Solá sí…) antes de haber podido redactar el texto que tanto necesitamos.

Solanas, paladín de lo programático, de la prohibición de la minería a cielo abierto y del combate contra la extinción del mapache plateado, antepone la construcción del gran Acuerdo Entre Todos a cualquier personalismo, pero ese Todos excluye justamente a los partidos mayoritarios, es decir al 70% del electorado, por más que dichos partidos se tomen el trabajo de suscribir al Programa en el que Pino y sus aliados trabajan a destajo.

Los integrantes del pan-radicalismo apoyan también la necesidad imperiosa del Programa, pero debido a sus últimas experiencias de gobierno prefieren tercerizar su futura redacción en los Equipos Técnicos, instancia superadora, desprovista de todos los males del populismo, de la demagogia y al fin de cuentas, de la política.

El Acuerdo Programático es el contrato entre los ciudadanos y sus representantes. Es la base de toda legitimidad ya que otorga previsibilidad, esa virtud que tanto nos falta y que impide que nos lleguen inversiones para poder crecer a tasas chinas, para disminuir el desempleo, la pobreza y la deuda y poder aumentar nuestras reservas.

Siendo que el Acuerdo Programático es un requisito tan importante es curioso que la oposición no haya aprovechado estos 8 años, en los que el kirchnerismo los liberó del fastidio de gobernar, para redactarlo.

Tal vez redactar lo que se debe hacer requiera aún más tiempo que hacerlo, como en Del rigor de la ciencia.

Dejar un comentario 8 Comments

  • Rinconete dice:

    Según denunciaron los amigos de Pino, todo fue una triquiñuela del oficialismo, que logró convencer a Alcira Argumedo que firmara el plan de su jefe y amigo.

    Cuando Pino se dió cuenta de la vil maniobra ya era tarde: Dos firmas de militantes de Proyecto Sur invalidan automáticamente cualquier propuesta, como explicó Claudio Lozano citando la Carta Orgánica del partido.

  • Unfor dice:

    El Coti tiene un programa. estoy seguro. Blanqueenlooooo

  • Me cuentan que el plan de pino estuvo listo hace buen rato, pero ni bien lo terminó y le puso la firma, lo desconoció.

  • elbosnio dice:

    Cobos, y tantos otros, tienen un plan perfectamente delineado. Solo que por estrategia solo lo van mostrando a medida que el ejecutivo muestra el suyo o lleva alguna accion a la practica.

    Si no tuvieran un plan porque se opondrian a todo lo que hace el ejecutivo? Seria ridiculo. Porque alguien se opondrian a algo que no va en contra de su plan?

    Esto no es politica, ni siquiera matematica. Es pura aritmetica, como diria Lopez Murphi.

  • Rinconete dice:

    Me dicen mis amigos radicales que efectivamente el GAN de Cobos está terminado. Lo armó Baglini junto a Losequipostécnicos.
    El problema es que Alfonsin quiere que salga en Helvética mientras que Sanz, con el invalorable apoyo de Aguad, apoya la versión Arial. Gil Lavedra estudia la cuestión y tendría un dictamen para fines de año pero ya adelantó que es un tema institucional grave. A la espera del dictamen Rodolfo Terragno y el resto de la juventud radical organizaría una interna consultiva no vinculante, enmarcada dentro del inciso sexto del articulo décimo del Reglamento Interno de Internas, para tratar este u otros temas. Terragno no descartaría la posibilidad de no tratar ningún tema pero en ese caso el resultado debería ser vinculante, como explicó el doctor Monner Sanz al presentar una nueva denuncia preventiva.

  • jorge gómez dice:

    En Diciembre del 2009, la anteúltima esperanza blanca del establishment informaba que iba a trabajar todo el 2010 en el "Acuerdo de las 4 o 5 cosas" , al que proponía como un Gran Acuerdo Nacional, seguramente desconociendo la connotaciòn de dicha denominaciòn, ya que el no es un político informado, sino un estúpido ignorante como cualquiera de nosotros.

    Pero el punto es que si el Ingeniero trabajó durante todo el año 2010 en eso, el "A4ó5C" ya debe estar redactado y guardado junto al plan de seguridad que De Narvaez tiene desde 2008, listo para ser implementado por cualquiera de los que los suscribieron en cuanto asuman el gobierno de la patria, viste.

    Bueno, pero antes tienen que votarlos, claro. El problema son las mayorías en este país, siempre en contra de los acuerdos minoritarios, yo que se. Es confuso. La hija de Cobos debe tener alguna idea, digo.

  • Rinconete dice:

    Si le exigimos a nuestros políticos que piensen corremos el riesgo de que ellos nos pidan lo mismo. Ojo…

  • Unfor dice:

    Muy bueno el programa, digo… el artículo.

    Así que la Michetti es progre? Yo pensé que un político que se precie de tal, tenía como primer paso aprender a pensar. Acá, antes de la cuestión ideológica, digo…