Columnas Rinconet

El ocaso de una vida

By 17 enero, 2011 8 Comments

¨Joe: Usted es Norma Desmond. Salía en las películas mudas. Era usted grande.
Norma: Soy grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas.¨
Sunset Boulevard de Billy Wilder (1950)

¨El kirchnerismo terminó haciendo una confusión de roles que, en algún punto, es muy perversa. Te deja en un lugar raro, donde tenés que estar explicando si sos, no sos, si fuiste, si vas a ser, cuando en realidad ellos no son nada de lo que dicen que son. Pero te dejan culpable a vos.¨
Jorge Lanata (enero 2011)

Como le sucede al personaje de Gloria Swanson, muchas de nuestras antiguas estrellas viven su propio presente con una gran frustración. Sienten que son grandes y que nadie lo nota. Y sueñan con volver a su época de oro.

El periodismo progre brilló durante el menemismo. Denunciaba con mayor ahínco la pista de Anillaco, el petit hôtel de Maria Julia o los negocios turbios de Alberto Kohan que el sistema injusto que esas prebendas permitían. Fue la punta de lanza del discurso que popularizó la Alianza: el problema era la corrupción. El marido de Inés Pertiné junto al Chacho y a Graciela harían un menemismo blanco, sin Yoma y sin Ferraris. Sin pizza y sin champán, eso que tanto asquito le daba a Silvina Walger.

No era difícil criticar la corrupción de Alderete o burlarse de la vulgaridad de Menem mientras se reclamaba por la reapertura de los juicios contra la dictadura. Lanata, Caparrós, Tenembaum o incluso Majul eran héroes.

Hoy Lanata está harto que se hable de la dictadura, algo que ocurrió hace tantos años. Sostiene que los Kirchner y Menem son más o menos lo mismo. Festeja a Mirtha Legrand y considera que Clarín, con quién se había enfrentado cuando todavía creía en su propia fuerza, es una víctima del oficialismo. Luego de su último destello, cuando apoyó la ley de medios, hoy su destino parece estar entre los superlativos antikirchneristas a la Carrió y las investigaciones nimias referidas a sobreprecios escandalosos de tizas o biromes que semanalmente denuncia el doctor Monner Sans en algún programa de cable.

Caparrós, menos perezoso, sostiene que los Kirchner pelean más por los derechos humanos del ’70 que por los actuales. Ocuparse de los juicios contra el terrorismo de Estado no tiene sentido si hay todavía millones de personas que no tienen los derechos básicos. Si no se puede hacer todo, mejor no hacer nada. Como Zamora, el defensor de los DDHH que no votó a favor de la derogación del Punto Final y la Obediencia Debida, considera que el kirchnerismo ensucia todo lo que toca. No está en contra de lo que hacen pero habría que hacerlo de otra manera. Hacerlo como Mujica o como Lula, que vaya uno a saber por qué, apoyan a este gobierno.

Tenembaum, el más limitado, es también el más furioso. Era el chico bueno, el yerno ideal, un joven progre pero serio. Hoy tiene que aclarar cuatro veces por día que no es gorila y se ufana de un libro mediocre que ni Marcos Aguinis aceptaría firmar.

Son aliancistas de alma. Les fastidia más la corrupción de medio pelo, el circo, la mezcolanza, que la injusticia. Antonini o Jaime son más relevantes en sus visiones que la AUH, el fin de las AFJP o la ley de medios.

Sueñan sin decirlo, con que seamos Chile. Un país injusto pero ordenado. Podrían entonces apoyar a un Marco Enríquez Ominami, un Chacho chileno, más joven, igual de simpático y casi tan inofensivo.

Actualización
El amigo Tomás de Burbujas con Detergente resume en pocas palabras lo que quise decir en muchas :

El argumento que murió durante los últimos años -no quiero decir durante el kirchnerismo, para que no parezca -es aquél que apunta a la pureza de las intenciones. Y sus indicadores, como la biografía.

El zeitgeist de la década no es el “roban pero hacen”. Es el “quizás no lo sienten en sus corazones. Pero lo hacen”.

Dejar un comentario 8 Comments

  • Rinconete dice:

    Algo de eso hay. También gorilismo. Detestan el desorden, la discrecionalidad peronista y no pueden aceptar que algo bueno salga de eso. Como Carrió y ahora Pino, ya no hablan de iniciativas políticas sino de intenciones, siempre satánicas y de modales, siempre bruscos.

    Podrían haber encontrado su lugar entre Barone y Morales Solá. Como Zloto o como Lanata cuando defendió la ley de medios. Pero optaron por ser los Grondonas sub-60. Defienden a Chiquita Legrand y a Clarín y en poco tiempo más van a pedir que dejen en paz a Videla.

  • el odio de algunos tiene que ver con eso, el afano sistemático de todas las banderas progres que ha hecho el kirchnerismo. Es terrible,les sacaron la utopía (y los dejaron como eran, un retrato de Dorian Grey a pleno sol)

  • Rinconete dice:

    Fiorde

    Si el gobierno avanzara contra los bancos, las mineras, las financieras, las prepagas y los medios escritos y además recuperara las Malvinas, recibiría de cualquier manera las críticas de Pino, Caparrós y Lanata.

    Dirían que lo hizo con un estilo que les desagrada, con malas intenciones o demasiado tarde. Y que sigue habiendo pobreza y que Jaime es un chorro entonces para qué..

    Su pastel? Lo tiene Barban!
    http://tommybarban.blogspot.com/2011/01/en-el-camino-dia-1.html

  • Anónimo dice:

    "Sueñan sin decirlo, con que seamos Chile. Un país injusto pero ordenado."
    O casualidad, usted tambien se fue de vacaciones a Chile y choco contra el muro de la realidad post pinochetista? Y nos quejamos porque aca no se avanza contra los bancos, las mineras, las financieras, las prepagas y los medios escritos, todo a la vez. O si, eso si que tiene sentido.
    Donde esta mi pastel de manzana? A quien hay que matar para que tenga mi pastel?!

    Saludos, Fiorde.

  • Rinconete dice:

    Ministro de Macri.

    Tomar nota junto a Esteban Bullrich y Montenegro y recibir ordenes de Horacito Rodriguez Larreta.

    Un programón.

  • ¡El juez Trovato! Claro, Lanata hasta hizo una maqueta de la casa de Trovato con muñequitos y todo. Era la época de oro del "periodismo de investigación", con Majul y Nancy Pazos escribiendo libros de denuncia. Hoy Majul no puede salir a la calle porque le gritan estúpido y el marido de la Pazos es ministro de Macri. A dónde vamos a parar…

  • Rinconete dice:

    General
    No se puede vivir 8 años de la valija de Antonini o de un Jaime. No hay carrera de periodista honestista que aguante.

    En un solo fin de semana Fassi Lavalle, Alderete o el juez Trovato y su placard te daban muchas más alegrías sin siquiera tener que investigarlas.

    Estábamos mejor con Menem, diría Tenembaum.

  • Es que la decadencia ha alcanzado también a los escándalos políticos. A falta de una pista de Anillaco, unas valijas de Amira o un palacio de Alasino, hay que conformarse con criticar que Juan Manuel Abal Medina abrió un bar en Palermo. Esto con Menem no pasaba, diría Lanata