Columnas Rinconet

La corrupción y los 90

By 10 octubre, 2015 8 Comments
Columna publicada en Nueva Ciudad.

“Declaro a la corrupción delito de traición a la Patria” 

 Carlos Menem, discurso de asunción / 1989 


“La corrupción mantiene atrasados a los países” 
Banco Mundial / 2004
Cada vez que hablamos de la década de los 90, inevitablemente hablamos de corrupción. No que antes no existiera, pero los años menemistas parecen ser la quintaesencia de la corrupción, un metro patrón que se usa para calibrar a los otros gobiernos. Para algunos opositores, por ejemplo, el de CFK sería igual o incluso “más corrupto que el de Menem”. Por otro lado, nos resulta casi imposible separar la corrupción de las sospechas de corrupción, de ahí que cada acusación nos parezca un hecho probado.

Es por eso que la década de los 90 no suele analizarse desde la política sino desde lo delictivo o incluso desde lo moral. Así como existe una visión que reduce la última dictadura a una horda de militares sanguinarios que nos invadió, como la Wehrmacht invadió Francia, existe una explicación que limita los 90 a las tropelías de una banda de delincuentes que actuó por lucro. Ambas visiones eluden lo fundamental: la puesta en marcha de un proyecto político coherente, apoyado por empresas, medios y organismos financieros internacionales.

Además, cuando hablamos de corrupción solemos hablar de la más elemental y en el fondo la más inofensiva: la valija de billetes que se entrega a cambio de un favor preciso. Por el contrario, la corrupción más peligrosa para una democracia suele ser legal. Los incentivos, positivos o negativos, que por fuera de nuestros votos reciben nuestros gobernantes son efectivamente gigantescos. La amenaza de incendiar el país, la presión de los medios, la influencia de los organismos internacionales y de los fondos de inversión no requieren de coimas para ser efectivas. Un presidente electo es incentivado hacia un lado o hacia otro, más allá de lo que él considere bueno para sus representados. Para eso sirve, entre otras cosas, la hegemonía.

Lo que recibió Menem fue un paquete cerrado que le aportaba un programa político coherente, un “relato” exitoso (al menos en ese momento), recursos generosos, apoyo de los medios, equipos aceitados (la Mediterránea, el CEMA…), empresas entusiastas y organismos internacionales eufóricos. El proyecto se benefició con la idea del Estado elefantiásico e ineficiente que los medios habían impulsado durante años y, sobre todo, con el miedo de las mayorías luego del feroz disciplinamiento social de la dictadura y de la reciente hiperinflación. La corrupción fue instrumental, sirvió para atenuar las últimas resistencias al plan, no fue el plan.

No sabemos si Cavallo, por ejemplo, impulsó las AFJP por virtuosa convicción o por haber sido sobornado por la Asociación de Bancos de la Argentina, pero sí sabemos que el resultado fue la quiebra del Estado. Y eso es lo que tiene relevancia política, la eventual coima sólo agregaría un delito personal a una decisión política catastrófica.

Creer que Menem apoyó esas políticas por el desenfreno millonario de la pizza con champagne es una idea tan tentadora como la de los militares sanguinarios, e igualmente falsa. Los incentivos que cuentan fueron otros. Sin ir más lejos, De la Rúa aceptó inmolarse y dejar un país en llamas por defender las mismas políticas y lo hizo sin Ferrari ni pista de Anillaco.

La crítica a la corrupción política suele ser una crítica política disfrazada, como el desopilante ranking de transparencia del Fondo Monetario Internacional, liderado en nuestra región por Chile mientras que la Argentina se ubica en el pelotón de cola, sólo superada en opacidad por Venezuela y Cuba. Para ese mismo ranking, la Argentina menemista era, qué duda cabe, más transparente que la Argentina kirchnerista.

La crítica a la corrupción suele también funcionar como taparrabos de quienes apoyaron las políticas pero no quieren hacerse cargo de sus resultados. Ocurre que, a diferencia de lo que opina candorosamente el Banco Mundial, lo que mantiene atrasados a los países no es la corrupción (de hecho, Europa creció durante décadas a la par de constantes denuncias de corrupción).
Lo que mantiene atrasados a los países son las políticas erradas, como las que el Banco Mundial y otros organismos, fundaciones y ONGs apoyan con pasión de Torquemada.

Foto: desempleados ilusionados con la llegada de un presidente que no sea sospechado por corrupción y no ande en Ferrari (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).

Dejar un comentario 8 Comments

  • Apolinario dice:

    Como usted mismo dice, "hasta cierto punto". Pero hay muchos puntos en común de los actuales problemas con anteriores crisis. Y hay muchas coincidencias tanto en las estupideces que dicen como en las que hacen. ¿Usted sabe lo que era "la tablita"? Busque como terminó y sabrá como terminará el "gradualismo" de Yoli. Los especuladores, agradecidos.

  • Cualquiera que lea historia sabe que la historia NO SE REPITE, ni como farsa ni como tragedia ni como nada, más allá de que el presente, hasta cierto punto, re-escriba al pasado. Ver en la historia una repetición de lo mismo es mirar el pasado con una mirada muy sesgada y pobre.

  • Apolinario dice:

    A esta altura no estamos hablando de mi parecer. Estamos hablando de resultados consumados que confirmaron mis opiniones. No es que me crea sabiendo. Es que repetimos la historia mucho más seguido de lo que usted cree.

  • Rinconete dice:

    Apolinario
    Entiendo, si las iniciativas del gobierno no le parecen correctas es que el gobierno en algún punto es malo. Canté victoria demasiado rápido. Dolor Heidi.

  • Apolinario dice:

    Rinconete, los factores que mueven a tomar determinadas políticas son muchos. Cuando veo que se adoptan políticas retrógradas, estúpidas, y con final conocido, suelo pensar que la dosis de ignorancia es enorme y que algo de maldad hay.

    Tatincito, lo suyo no da ni para reirse.

  • tatincito dice:

    Apolinario:

    "Entonces el enorme atraso que tiene la Argentina se debe a las políticas del kirchnerismo, defendidas por kirchneristas apasionados. No puedo más que coincidir."
    Mentira: el atraso se debe a que fuimos gobernados por cipayos apoyados por antipopulistas como usted.

    "Los números actuales son horribles comparados con los de 2008, por ejemplo. Quiere decir que en los últimos 7 años no hicieron más que errar el vizcachazo."

    Mentira: Si fuera cierto, Clarín, La Nación y todos los que siguen su línea editorial (incluido usted)estarían muy contentos. Se ve claramente que no lo están. Lo podemos comprobar viendo a Macri pidiendo por favor que lo voten para poder entrar al balotaje…porque está segundo lejos. Por algo será. (Perdón por la frase)

    "12 millones de pobres." Mentira. Estamos al borde del Hambre Cero. Imposible tener entonces ese "dato". De todos modos, un detallecito: ¿Qué es un pobre según usted?

    "34% de empleo no registrado" Cierto. Pero en disminución. ¿No tendrán algo que ver los empresario en este problema?

    "1 millón de chicos con insuficiencia alimentaria (no alcanza a ser desnutrición pero anda cerca)" Simplemente mentira: Hambre cero. Ya se lo dije mas arriba.

    "8 millones de personas reciben algún tipo de asistencia del estado." Que el Estado de asistencia habla muy bien de ese Estado y de ese Gobierno. Pero es mentira que sean 8 millones. En todo caso, trate de ponerse de acuerdo con el que usted dijo que va a votar, Macri, porque el dice que son 14 millones. Para mentir lo mejor es ponerse de acuerdo, ¿no le parece?

    "Déficit habitacional 6 millones" Hay déficit, pero no de 6 millones.

    "Déficit fiscal 300000 millones de pesos" Es cierto. Pero es en pesos, y los pesos los hacemos nosotros. Es el 6, 7, 8 % del PBI. Nada. No problem ahí.

    "Inflación: 24% (siendo benévolo)" Inflación de Demanda e Inflación Autoconstruida. Y disminuyendo.

    "Recesión" Otra mentira. 30 millones vacacionaron este año. Aumento del PBI. Aumento en la construcción. Aumento sostenido del consumo. Minga de recesión, Apolinario.

    "Destrucción de empleo real." ¡¡¡¡¡Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja!!!!

    "Aumento de la deuda" Acá va carcajada kilométrica. No vale la pena que la escriba, usted entiende, ¿verdad?

    "Claro que todas estas cosas son menos importantes que los 2 satélites y el RUTRA." De ninguna manera. Lo uno no quita lo otro.

  • Rinconete dice:

    Amigo Apolinario

    Que considere que las iniciativas de un gobierno se deben a decisiones políticas y no a la maldad intrínseca de quienes lo dirigen es un enorme paso adelante. Las horas pasadas leyendo la MAK no han sido en vano.

    Saludos cordiales,

  • Apolinario dice:

    Entonces el enorme atraso que tiene la Argentina se debe a las políticas del kirchnerismo, defendidas por kirchneristas apasionados. No puedo más que coincidir.

    Los números actuales son horribles comparados con los de 2008, por ejemplo. Quiere decir que en los últimos 7 años no hicieron más que errar el vizcachazo.

    12 millones de pobres.
    34% de empleo no registrado
    1 millón de chicos con insuficiencia alimentaria (no alcanza a ser desnutrición pero anda cerca)
    8 millones de personas reciben algun tipo de asistencia del estado.
    Déficit habitacional 6 millones
    Déficit fiscal 300000 millones de pesos
    Inflación: 24% (siendo benévolo)
    Recesión
    Destrucción de empleo real.
    Aumento de la deuda

    Claro que todas estas cosas son menos importantes que los 2 satélites y el RUTRA.