Columnas Rinconet

Los miedos errados

By 8 octubre, 2010 2 Comments

Así como los incluidos vivimos atormentados por la remota posibilidad de morir como Axel Blumberg mientras que estadísticamente tenemos muchas más chances de terminar como los Pomar, quienes tuvieron la misión de encontrar a esta familia desaparecida no pudieron lograrlo ya que, como nosotros, tenían temores errados.

Al dirigir la búsqueda hacia un padre asesino, una banda de narcos de Tijuana o una eventual teletransportación hacia Ganímedes, los policías no podían encontrar a una familia que murió al costado de la ruta por no cumplir las normas de tránsito más elementales.

Algo similar ocurre con las drogas, en particular con el paco, el mal absoluto que atormenta tanto a la mentalista Carrió como al defensor de los más vulnerables, el senador Sanz. Los mismos que denostan el intervencionismo del Estado y que operan para reducirlo, exigen que combata este flagelo con más recursos, más ímpetu y más presencia. Exigen, como de costumbre, que el combate contra el paco sea otra de las muchas políticas de Estado que deberíamos apoyar para ser un país serio y no es imposible que más temprano que tarde algún publicista del Grupo A proponga un Moncloa del Paco.

El paco es, sin embargo, el Axel Blumberg de las adicciones. Como señala Artemio en referencia a los reclamos contra la inseguridad: Tampoco se insiste en la impúdica cobertura política de estos hechos y mucho menos en el comportamiento de corporaciones que promueven prácticas de consumo, que finalmente culminarán impulsando la comisión de hechos delictivos, en especial entre los jóvenes.
Lo hemos señalado en Ramble Tamble, la principal sustancia de ingreso de nuestros jóvenes a la problemática del consumo de drogas es el alcohol y en particular la cerveza, y nada ni nadie advierte de este fenómeno, que explicitamente es silenciado por los gobiernos y medios en función de la pauta comercial que las grandes compañías cerveceras vuelcan en el sistema mediático.

Vivimos en un mundo maravilloso, en el que festejamos la creatividad de las propagandas de Quilmes, que alientan el consumo de alcohol de los jóvenes en cualquier medio masivo y sin restricciones, pero exigimos que el Estado controle que el kiosquero no le venda a ese menor alentado a consumir, además de pedirle que concentre recursos en un mal absoluto como el paco que representa menos del 4% de las adicciones entre esos mismos jóvenes.

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  • Rinconete dice:

    Hola Ricardo

    Gracias por pasar!

    Un abrazo,
    r.

  • Ricardo dice:

    rinconete: siempre leo con atención tus comentarios en otros blogs, así que es un gusto encontrar tu espacio.

    Muy atinado el post. El alcohol es una problemática que lejos de ser resuelta es estimulada. Y los accidentes viales matan a mucha más gente que la "inseguridad".

    Saludos y te sigo.