Presentación
Dispuestos a no dejarle el monopolio del protocolo y ceremonial al extinto ACyS, la mesa de autoayuda K ha decidido dictar para sus miles y miles de seguidores una serie de clases de estilo.
Inicialmente debían ser dictadas por el gran Chikoff pero el conde nos explicó que tiene un contrato de exclusividad con la UCR y que, además, habría fallecido hace más de 10 años, lo que nos dejó algo consternados.
Clase de Estilo 01 / El diálogo con un anti-K
Como bien señaló nuestro líder inmortal, el mundo se divide en kirchneristas entusiastas y kirchneristas vergonzosos. Esta primera clase se enfocará en transformar a los vergonzosos en entusiastas. Recomendamos para ello no insistir en los muchos logros del oficialismo sino por el contrario hacer incapié en los inevitables defectos que señalará nuestro interlocutor. Una vez que el kirchnerista vergonzoso se sienta cómodo, con la sensación de alivio de no tener enfrente a un energúmeno K de esos que te arruinan el almuerzo familiar con un comentario, se le dará el golpe final. Pero con estilo:
Kirchnerista vergonzoso (KV): ¨Mirá, son unos impresentables, que querés que te diga…¨
Kirchnerista entusiasta (KE): ¨Msé. Qué sé yo…¨
(KV): ¨No entiendo que te gusten. Vos que siempre defendiste otra cosa…¨
(KE): ¨Y si. Tenés razón. Son unos impresentables, de mesa chica, con una segunda línea anoréxica, de dial grueso, son hegemónicos y exigen sumisión total…¨
(KV): ¨¡Claro, claro…Eso!¨
(KE): ¨Pero decime, si no son ellos (silencio expectante)…¿Quién?
(KV): (Con fastidio, sintiendo que acaba de perder una partida que intuyó ganada) ¡¿Y qué tiene que ver?! Por supuesto que los otros son peores. Pero no se trata de eso…Yo no me conformo con votar al menos malo…Yo quiero…Yo…
Fin de la primera clase.
[…] crítica hacia el oficialismo que logra unificar a todo el Coro Estable es la que señala los pésimos modales del kirchnerismo. Su violencia verbal y su falta de respeto hacia quienes piensan distinto […]
Mariano, yo como kirchnerista de base, sin grandes pretenciones, acepto un mano a mano: voy a tu cumpleaños y vos venís al mío este mes. Lo único que pido es un chori, ya sabés cómo nos manejamos los K.
Rinconete, Ud está invitado honoris causa, especialmente porque me temo que su Kirchnerista Vergonzoso del relato es un amigo en común, estoy seguro de reconocerl, y me temo que tampoco vendrá a mi fiestita.
Y no hay reuniones al estilo AA?, donde uno se presenta y después de contar sus experiencias de marginación todos responden en coro: “te queremos Sergio, te queremos!”. No descarten este servicio que se cotizaría bien en las crisis de autoestima.
Mi cumpleaños va a ser más aburrido que el de Riquelme, esta semana tampoco me ayudó. Con el episodio del “golpe de derecha” pensé que la ironía y el humor podrían recomponer mi relación con viejos amigos, comenté que la oposición parecía un alfajor de pollo, no existe!. Esto implicó que pierda otro grupo importante de mis compañeros de secundario, ya había perdido una porción significativa el 24 de marzo [http://www.nagus.info/2010/04/politica-moderna-o-tradicional.html]. Pagando el servicio Platinum, lo podrán incluir a Kunkel?
Sergio
La mesa de autoayuda K, cuyos miembros estamos habituados al aislamiento social, incluye entre sus múltiples servicios uno de animación.
Lo más barato es el plan ¨hoy por ti mañana por mi¨, que consiste en un acuerdo firmado ante escribano público (el Dr Pitossi) con un miembro de la mesa que irá a tu fiesta con la obligación de que vos luego participes en la suya.
El plan Platinum, un poco más caro, consiste en lo mismo salvo que podés elegir al miembro de la mesa, lo que te permite sortear el riesgo de tener que ir al cumpleaños de elbosnio,
Les agradezco de corazón esta clase, aunque en mi caso (y presumo que no seré el único) la técnica me llegó tarde.
Me remito a un hecho reciente, sucedido en la nueva ágora virtual “Facebook”, donde a pocos días del paso a la inmortalidad de NK un “amigo” dio comienzo a un intercambio similar al descripto en el post (podría copiarlo si lo desean). Después que se envalentonó y despachó cómodo en su diatriba, mi sintética estocada sólo llegó a inquirir “Gerardo, me contás qué otro presidente después de cumplir su mandato dejó el país mejor de lo que estaba cuando asumió?”. Ese fue el fin de mi relación con Gerardo y otro “amigo” de la mentada red social, que me borró de inmediato entre sus contactos y lista de regalos de cumpleaños… alguno de ustedes quiere venir a mi cumpleaños?
Sergio