Ricardito Alfonsín tiene razón.
Es injusto exigir que cada candidato a presidente haya tenido antes un cargo ejecutivo. Tiene razón también al intentar incluirse en una lista de novatos junto a John Kennedy, Nelson Mandela y Juan Domingo Perón, aunque no era necesario ir tan lejos. El ejecutivo nacional, el mejor desde la caída de Babilonia según una encuesta exclusiva de nuestra Mesa de Autoayuda K, está presidido también por una novata.
El problema no es su falta de experiencia sino para qué quiere ser presidente. Cuales son las injusticias que busca superar, qué cambios propone, cual es el país con el que sueña.
A lo largo de su larga vida el partido centenario se ha ido transformando en el partido del statu quo, algo que sus fundadores probablemente nunca imaginaron (si Alem viviera, se volvería a suicidar). En aquellos años fueron radicales, se llevaron puesto el orden establecido, pasaron por encima de las instituciones que creían injustas, tomaron las armas e incluso secuestraron a un vicepresidente y lo amenazaron de muerte mucho antes de que los montos o el ERP siguieran su ejemplo.
Incluso Alfonsín padre se llevó puesto el statu quo, anuló la amnistía que otros (los Gil Lapiedra de aquel entonces) consideraban intocable, creyó en su propio poder y se peleó con la iglesia por la ley de divorcio, la última batalla del radicalismo.
Ricardito, como insólitamente lo llaman incluso sus amigos, es sin duda la mejor opción que hoy puede ofrecernos la UCR (después de Gonzalo Berra, nuestro candidato radical preferido). No se ha transformado en una momia leguleya como Gil Lapiedra, descree de la baba cobosiana, no es un energúmeno reaccionario como Aguad y aunque desconfíe como Morales de las peligrosas piqueteras jujeñas, armadas con huevos y celulares, no ha descubierto como Sanz el tráfico de substancias sicotrópicas prohibidas por la autoridad sanitaria que generó la AUH .
Sin embargo, está atrapado. Su horizonte más lejano, su visión más poderosa es la que le permite saludar algunos resultados del oficialismo pero criticando sus formas rudas o sus terribles intenciones, práctica que parece ser la especialidad de la casa radical, su único menú.
La prioridad de Ricardito para la Argentina es rectificar todo lo que tiene que ver con las instituciones, que este gobierno ha desmadrado. Se aferra al cumplimiento estricto del manual de procedimientos como la solución mágica al drama argentino. Habla de la necesidad de enviar buenas señales para incentivar inversiones y algunos otros espejismos. Probablemente sueñe también con lograr todo lo que el kirchnerismo logró pero sin crispación y sin enfrentarse con ningún factor de poder.
Fue justamente el sueño de su padre al final de su mandato, justo antes que las llamas generadas por esos mismos factores de poder lo despertaran.
Actualización: ¨La tipografía está¨
Creo que ese es el objetivo. Un mensaje de tranquilidad: ¨Esto (un gobierno radical) no les va a volver a pasar¨.
Un renunciamiento que honra la memoria del padre.
Es una profecia autocumplida.
Al recordar en su campaña el flagelo de la inflacion que generaron y agregar que solo por eso no les va a volver a pasar, ese mismo enunciado hace que no les vuelva a pasar.
A menos que vuelvan a proscribir las opciones mas votadas.
Es cierto.
Si ya les ocurrió no les volverá a ocurrir, como bien dijo en su discurso. No tenemos por qué no creerle.
No volverá a ocurrir.
Rinconete, justamente Hotton ya lo opero con una huevada. Eso no le va a voler a ocurrir. La carrio lleva a su partido de las narices, eso tampoco les va a voler a ocurrir.
Sino es como que no le creyeses lo que asegura en campaña. Asi no hay forma de ganar.
Es buena, es buena…
"La lengua va donde la muela duele"…
Esa no la conocía!
Viendo con qué facilidad se lo comió crudo la armada Brancaleone de Bullrich y Hotton durante la votación del presupuesto, me quita el sueño imaginarlo presidente.
Creo que hasta Tangalanga haciéndose pasar por un pasante de la embajada de EEUU (o incluso por Tangalanga) podría operarlo.
Ja, ja. Yo también pense inmediatamente en Cristina, que era senadora.
"La lengua va donde la muela duele". Me parece que éste le tiene un cagazo a la gestión…
Alfonsín Jr. se "crispa" solito cuando tiene que responder una pregunta que no es de su agrado. Imaginarlo entonces recibiendo presiones diarias que no son de su agrado me hace pensar en cuánta crispación le sumaría a nuestro ya de por sí crispado ambiente nacional.
No quiero ni imaginar lo que dirían los cables de WikiLeaks de Ricardito: "pasa demasiado tiempo acicalándose el bigote", "se compra peines para el bigote en todos los shoppings cuandos sale de gira".
Saludos.