Así fue la Gran Cena de la MAK (Böhmer)

En honor a San Crodegango de Metz, obispo cuya vida ejemplar iluminó la suya, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, decidió lanzar una nueva Gran Cena.

El motivo fue discutir entre gente moderada los alcances de la tan promocionada democratización de la Justicia y determinar los necesarios ajusticiamientos sumarios.

Para ello la Gerencia de Invitados Ilustres (la GIL por sus siglas en inglés), invitó al amigo Martín Böhmer, extraño abogado no corporativo, fanático de la filosofía del Derecho sin ningún respeto canónico y, sobre todo, opositor que pocos opositores tolerarían.

Sin duda por no conocer nuestras tradiciones, el invitado, luego de decir que vendría, vino. Algo a lo que no estamos habituados.

Se leyó el Orden del Día que estableció la imperiosa necesidad de contar con uno y se le dio la palabra a nuestro Hombre en La Plata, el amigo Inye, que nos contó los bailes de los siete velos que De Narváez realiza frente a Scioli, al menos mientras siga pudiendo bailar. Hablamos también de la notable candidatura de Lavagna, político que todos se disputan, salvo los electores.

Luego de desasnarnos sobre el orígen de los sistemas jurídicos de EEUU y Europa (sistemas que según supimos, difieren, a grandes rasgos, ya que uno fue pensado por los privilegiados para defenderse de los negros y el otro, por los negros para defenderse de los privilegiados), el amigo Böhmer habló de nuestros jueces y de la mediocre Justicia que padecemos (“60% de los presos están en preventiva, es decir que son inocentes que esperan 2 o 3 años en condiciones infrahumanas que un juez termine de dar clases para ocuparse de su caso”). 

Ilustró ese padecimiento con una gran analogía: 

“La Justicia es como un sistema de Salud en el que la gran mayoria de los enfermos no saben que están enfermos, la mayoría de los que saben que están enfermos no saben que hay un hospital donde se los puede curar, quien sabe que hay un hospital, vive a 70 Km y quien logra llegar, se encuentra con una pared de médicos en la puerta que le exigen un pago antes de poder entrar. Finalmente, quien logra ser atendido, debe esperar 5 años para tener el diagnóstico.”

Mencionó con pasión los discursos cruzados de CFK y Lorenzetti, explicando que fue “un diálogo de alta política”, aunque desestimó por algo extrema la propuesta de nuestro amigo El Lobo Estepario de “fusilar a todos los jueces y reemplazarlos por cumpas”.

Con el amigo Barban, otro iniciado que nos desasnó sobre la noción de freno a los excesos de las mayorías que se asigna al Poder Judicial, no acordaron con la propuesta de nuestro Maestro de Luz de jueces votados, como senadores o diputados, pese al argumento de nuestro Maestro de que quienes piden la independencia de la Corte son los mismos que exigen la independencia del Banco Central (una vil maniobra para seducir a Barban, viejo lobo que no se dejó seducir).

Böhmer terminó por acordar que aceptaría un término temporal a la tarea de juez, en lugar del sistema vitalicio actual. El hecho que se llegara a un consenso nos preocupó y dimos curso a la Secretaría de Doctrina Doctrinaria, llevada con mano de hierro por Bibiloni y el General, para que tomara cartas en el asunto (de hecho, ni una ni otro participaron de la cena, denunciando que “no fusilar jueces es de radical”). 

Para combatir el riesgo de un consenso chirle que anestesiara la revolución kirchnerista en marcha, el amigo Mocca, Padrino Mágico de la MAK junto a Gerardo, se lanzó en un fuerte debate con nuestro invitado, que podría haber terminado en una escena de pugilato si nuestro Maestro de Luz y el joven Pablo Mocca no hubieran intervenido. 

“¡Cuanta violencia!”, comentó el amigo Guille, ausente de la cena, apenas supo del incidente. “Yo prefiero un buen libro”, concluyó.

Luego de la partida de nuestro invitado, Mocca habló del Pacto de Punto Fijo, el Moncloa venezolano que nadie defiende, probablemente porque los mediocres resultados de esa rosca entre partidos abrieron la puerta al terrible chavismo de Chávez, una doctrina aún más atroz que el chavismo de CFK.

Teniendo en cuenta que habló del mismo tema luego en 678 (y también se fastidió cuando le pidieron hablar de Majul) consideramos que la MAK es una especie de ring donde los invitados de 678 hacen un poco de guantes antes de entrar.

El amigo Daniel, luego de contenerse durante varios minutos (tres, según algunos testigos, casi cuatro, según él mismo), rechazó con vehemencia las ideas de Böhmer, incluyendo algunas que Böhmer había mencionado. Fue interrumpido varias veces por el amigo Matías, un hecho sin precedentes que dejó a Daniel sin voz, otro hecho sin precedentes.

Hablamos también del error conceptual de Lorenzetti al clasificar el terrorismo de Estado del Proceso como un exceso de las mayorías, en lugar de la herramienta de minorías que fue en realidad.

La Carancha mejoró notablemente nuestro menú albanés con tortas preparadas por Mus para el cumpleaños de ambos, lo que generó un nutrido aplauso, algo poco frecuente en la vida de un economista. Desde la mesa separatista de La Carancha, el amigo Escriba denunció la falta de legitimidad del Presidente de la Corte para hacer política. Su intervención fue tan comentada que al día siguiente fue invitado a 678 (lo que confirma nuestra teoría sobre la MAK, sparring del programa).

La merma de la rama femenina (ausencias de Gladiadora, Bibiloni, La Maga, Caotic Amanda…) fue salvada por la luminosa presencia de Lauravi, Graciela y Mabel, que prometió traer al amigo Arnaldo Bocco la próxima vez, sin aclarar por suerte con qué recursos, ni gracias a qué promesas lo lograría.

La ausencia de Bibiloni condenó a Ce Makin a juntar los datos de los comensales, como la última vez. Como premio, se la liberó de la obligación de comer empanadas frozen.

De lo alto de un altar que confeccionó con cartones, el amigo Contradicto siguió el debate, aunque prefirió mantener un cierto decoro y no arrojar su dentadura postiza, como ya es costumbre.

Pat Malanca y sus amigas hicieron nuevamente bajar drásticamente la media etaria. Un gesto delicado que le agradecemos, además de su presencia.

Todavía apenado por la negativa del gobierno de Pyongyang de entregarle en comodato una tibia del Querido Líder Kim Jong-II, el amigo Franco, troskista de la MAK y “kirchnerista con lo justo”, mantuvo un inusual silencio.

Recibimos la visita del Tachero K, amigo de la casa, aunque su pudor ya legendario le impidió presentarse. 

El amigo Prol no sólo nos visitó, escuchó a nuestro Maestro de Luz y comió las empanadas frozen, sino que además, las pagó. No tenemos palabras de agradecimiento.

Sin la presencia de Leo, experto en interiorismo y responsable de la Gerencia de Mobiliario Móvil, no movimos las mesas. Como suele suceder cuando se toma la precaución de dejar las cosas como están, el resultado fue óptimo.

Nos visitó también María Pita y el amigo Juan, junto a Mariana L. Insólitamente quedaron en volver y Maria Pita se comprometió incluso a hablar (una tarea ardua en las Cenas de la MAK).

La amiga Maby y el Ruso encontraron viejos textos de juventud de un tal Rinconete. Amenazaron con darlos a conocer si los obligábamos a comer nuevamente empanadas frozen. Una táctica tan mezquina como efectiva.

El amigo Aberel, responsable de la Secretaría de Cenas Show prometió volver pronto con sus protegidos Bad Boys para lograr el milagro de ver a nuestro Maestro de Luz despegado de la silla. 

Tras la vigorosa intervención de Nagus, nuestro superintendente de Sistemas, Logística y Otros Enigmas, las empanadas alcanzaron e incluso sobraron, pero nadie nos felicitó por ello. Así nos va.

Foto: Durante la Gran Cena en el Salón Dorado Horacito Rodriguez Larreta del Club Salvavidas. Al fondo, nuestro Maestro de Luz conversa con Martín Böhmer, el Inye y Mocca. En uno de los palcos, escucha el Contradicto. A cada lado, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, Ce Makin, Pablo Mocca, La Carancha, Lauravi, Lobo Estepario, Mus, Escriba, Pablo G., Pat Malanca, Niqueco, Caro, Natalia L., Belén S., Aberel, Pablo I., Marilina C., Sil Taboada, Rosita, Mamilitelli, F. Milite, Juan D., Guille L., Pablo S., Matías, Franco, Barban, Georgimenez, Claudio B., Viviana S., Maby, el Ruso, María P., Juan, Prol, Mariana L., Mabel, Graciela B., Andrea M. y miles de comensales más que Ce Makin no tuvo tiempo de documentar.

No me busquen en la imagen. Seguimos sin fotógrafo y, como tantas otras cosas, de eso también me tengo que encargar yo, con la Zorki I que el Pato Echegaray me regaló en la Ferifiesta del ´82.