Así fue la Gran Cena de la MAK (sin nuestro Maestro de Luz Elbosnio)

Preocupado por un nuevo fin de ciclo
kirchnerista (al menos el fin de ciclo kirchnerista de esta semana), nuestro
Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón,
dio curso a la Secretaría de Guateques, Cachondeos y Cenas Shows (la ya
legendaria SeGuCaCeSh, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organizara una cena el miércoles 11 de septiembre, en
honor a San Pafnucio de Tebaida, anacoreta cuya vida ejemplar lo inspiró
en la suya en los momentos de mayor incertidumbre, como cuando en las PASO no
sacamos el 90% que había vaticinado (107,2% proyectando
indecisos).

Para dar una señal de confianza hacia
sus miles de seguidores y demostrar que la MAK, pese a ser kirchnerista, no
padece un liderazgo monolítico, nuestro Maestro de Luz decidió a último
momento no participar de la cena (queremos aclarar que el hecho que se lo viera
en las cercanías de la Municipalidad de Tigre ese día es una simple coincidencia:
estaba comprando individuales de mimbre para la próxima cena de la MAK.)

Alertado de la terrible ausencia, los
amigos Gerardo y Leo, nuestro experto en mesas móviles, vinieron para apuntalar mi endeble reemplazo, algo que
agradecemos todos, empezando por mí.

Luego de lanzar el Orden del Día que determinó la imperiosa necesidad de contar con
uno, recomendé la lectura de un post del año pasado. A fines del 2012,
queríamos que se termine “este año de mierda” y pensábamos que “el gobierno debe
cuidarse, evitar que el Cuervo Larroque trate de narcosocialistas a los
socialistas narcos, no sobreactuar el 7D, ser firme frente al juez Griesa pero
no injurioso, tener en cuenta a los caceroleros aunque no sus pedidos,
comunicar pero evitar las cadenas nacionales…”

Agobiados por las constantes lluvias de
meteoritos y por nuestra crónica sensación de fin de ciclo (sensación que
compartimos con Rosendo), no advertíamos que ese “año de mierda” era el de la
expropiación de YPF, una iniciativa mayor que muchos de nosotros ni siquiera
nos atrevíamos a pedir.

Recomendé terminar con el cilicio de la
autocrítica (un clásico kirchnerista) y retomar el entusiasmo y la militancia aunque sea en su versión de salón. Muchos estuvieron de acuerdo con la
propuesta, al menos durante el corto lapso de tiempo en el que aflojaron con la
autocrítica, justo antes de retomarla.

El amigo Inye lanzó su ya legendaria Crónica de la Rosca Bonaerense y
explicó que para él, “Insaurralde se mandó solo con la baja de imputabilidad mientras CFK estaba en el G20″. De cualquier modo, aclaró, la inseguridad es el
tema principal de los intendentes, que consideran que se perdió justamente por eso (algo que
Verbitsky buscó desmentir, con el ejemplo de la derrota de Curto en las PASO). Según las
encuestas, la diferencia con Massa es muy difícil de revertir. “Lo peor de la
baja de imputabilidad es que nos hace debatir entre nosotros en medio de la
campaña, con el riesgo de perder las elecciones con ideas de otros”, concluyó
nuestro Hombre en La Plata.

Dani, de regreso luego de una larga
ausencia, optó por una inesperada actitud de respeto hacia la palabra de los
otros e incluso llegó a acordar con alguna idea ajena (algo que nos hizo dudar
de que realmente fuera Dani, hasta que su joven Padawan Matías lo confirmó).
Frente al asombro general, pidió no ser interrumpido, exigencia desmesurada que
por supuesto no le fue concedida. Explicó que en seguridad, entre Berni y
Granados, estamos siguiendo la agenda de otros, y que eso es perder la
iniciativa que siempre decimos que tenemos (o que al menos nuestro Maestro de
Luz dice que tenemos).

El amigo Mendieta, confirmando que sigue
siendo “ese muchacho humilde que siempre fui” pese a brillar en 678, explicó (mientras
la compañera Pura Magia distribuía fotos autografiadas, posters y remeras) que los reclamos de
Massa son los de cualquier intendente, salvo que tiene los medios que no
cualquier intendente tiene. Pidió “apuntarle a la policía antes que la policía
nos apunte”.

Recibimos nuevamente la visita del amigo
Fer Amato, quien vino con su hermana Valeria y como buen hermano guardabosques,
la escondió detrás de una columna. Nada que nos sorprenda.

María del Carmen, nueva comensal de la
MAK, agregó que el proyecto se defiende con los intendentes, no contra ellos.

El Compañero Pelado II, explicó que
somos menos del 54%, que ese porcentaje está conformado por una gran parte de “masa
movible”, con una gran sensibilidad hacia la trilogía
Inseguridad-Corrupción-Inflación y que la derechización del discurso oficial
apunta hacia ese electorado volátil. Desde su condición de psicólogo, pidió no
dramatizar: “Es como en una dieta, uno se da un permitido. En ese sentido, las legislativas son
el domingo, las PASO son como un casamiento.” Y concluyó explicando como
adoctrina desde su consultorio. Es el inicio del kirchnerismo de diván (o Lacan-Porá, según el General).

El amigo Federico (“El Cirujano” como se
lo conoce en los bajos fondos) opinó que si hablar de la edad de imputabilidad
nos puede hacer ganar unos votos no veía nada de malo en eso. “De cualquier
modo, el gobierno nunca lo va a hacer”. Una compañera bonaerense le una empanada frozen a la
jugular argumentando que el kirchnerismo no debe usar métodos inmorales para
ganar votos. El amigo Niqueco concluyó que la disyuntiva no era necesariamente ética
o votos sino que entrando en un debate ajeno se podía perder una sin ganar los
otros.

María Pita agregó que se trata de la
vieja discusión del Régimen Penal Juvenil para no dejar a los menores a merced
de un juez y no de la edad de imputabilidad.

Alguien recordó a Hal, ausente de la
cena por recomendación de su clínico debido a una supuesta intoxicación con
empanadas frozen, quien aclaró por twitter que era la inflación que tenía que
bajar Insaurralde, no la edad de imputabilidad.

El amigo Mendieta pidió que dejemos de
hablar de la coyuntura de la coyuntura e intentemos un “análisis más grande” (fue
una noche de exigencias desmesuradas). “La verdad es que en el último año nos
mandamos un montón de cagadas, no tomamos en cuenta la inflación o la
inseguridad”. “Hay que aceptar la inflación y mandar a la gendarmería en los
barrios para proteger a los más pobres”. “El kirchnerismo ha logrado 10 años de
conducción y vivimos esto con cierta vitalidad, lo que es una gran ventaja,
pero el proceso se está perdiendo por soberbia” (aunque aceptó que en materia
de soberbia tenemos mucho que aprender de nuestros amigos massistas: “con 1
sólo triunfo ya empardaron la soberbia que tardamos 10 años en consolidar”).

La rama femenina, pese a la triste
ausencia de Bibiloni, Graciela B, Lauravi y Gladiadora, brilló de la mano de Mabel
(visiblemente desconsolada por la ausencia del Sri Sri Ravi Shankar del
kirchnerismo de salón), Ce Makin, Clauion, Helenita y Aestivia, quien volvió
apenas supo que no debería soportar un nuevo discurso de duración castrista de
nuestro Maestro de Luz.

Como siempre en los momentos difíciles,
recibimos la visita y el apoyo incondicional de los Hart del kirchnerismo de
salón: el Tachero y la Princesita K.

Conocimos finalmente al amigo Plotkin,
otro makista globalizado, de esos que “opinan sin saber porque no viven en
Argentina”, como le suelen explicar los caceroleros que también viven en el
exterior pero que a diferencia de ellos, sí saben.

Contradicto, fastidiado por no encontrar
su trono en el medio de la sala, tomó por asalto la mesa separatista de LaCarancha, tristemente desocupada, y decidió seguir viviendo de las rentas de
sus discursos pasados, sin emitir una sola palabra. Hay quienes dicen que los suspiros de sus
admiradoras se escucharon hasta en la jaula de los tucanes del zoológico.

El amigo Gerardo, “El Optimista” como lo
llamamos en la mesa chica de la MAK, explicó que la sociedad “está cansada de
enfrentamientos”. “No hay que confrontar al pedo, la agenda de este año no fue
la que la sociedad quiere debatir”. “Fue un año malo, con el cepo al dólar, la
inflación o la inseguridad. Incluso con la Ley de Medios el gobierno no ha
hecho nada. Además, con Lanata, enfrente encontraron la vuelta que antes no
encontraban.”

Gerardo Yomal explicó que hasta Chávez
reconocía los errores propios (“burocracia, inflación, inseguridad…”), un
ejemplo que a su entender deberíamos seguir, aunque por mi parte temo que incentive aún más la
crítica por ser chavistas.

En ausencia de nuestro Maestro de Luz tuve que
oficiar de moderador y expliqué que a mi entender el gobierno toma en cuenta
la inflación como lo prueban las paritarias, que reflejan un crecimiento
por encima de esa inflación real que todos sospechamos. Además, como diría
nuestro Maestro, todos los procesos de crecimiento en la
Argentina generaron inflación (en el caso presente, además, es una inflación
estable). La discusión entonces no es sobre reconocer la inflación sino sobre cual sería el
remedio y sus efectos.

Con respecto al terrible cepo al dólar
(“¿Qué cepo al dólar? ¡Es control de cambios!” gritó Tom Slick mientras lanzaba
una botella de El Justicialista), opiné que además del fastidio que genera, fue
una medida exitosa para frenar la fuga (que era el objetivo buscado), esa que sin
el cepo se hubiera llevado puesta al gobierno, como se llevó puesta a tantos
otros. Lamenté en ese, y muchos otros momentos, la ausencia del gran Barban.

El amigo Nagus explicó la complejidad de
implementación de la Ley de Medios y las diferentes capas geológicas del ex
COMFER, actual AFSCA. Pero sobre todo señaló que los kirchneristas vivimos en
el Día de la Marmota, “sin pasado y sin futuro”. A su entender los errores no
fueron graves, o al menos no más graves que los errores habituales del
kirchnerismo, espacio generoso en errores, sino que lo grave sería la falta de
convicción de existir más allá del 2015. “Vamos a esperar a que CFK nos diga
que el candidato es Porcelito para salir a bancarlo, pero sin entusiasmo”.

El amigo Mordi, sin las muletas con las
que brilló la última vez, acordó con Nagus, algo que nos dejó a todos
sorprendidos, empezando por Nagus.

Para demostrar que la plata de los jubilados no sólo sirve para subsidiar empanadas frozen o vino de ferretería, la Comisión de Aniversarios de la MAK adquirió una torta de cumpleaños (“de tamaño colosal”, según las mediciones del INDEC) para festejar los poco más de 20 años del amigo JHeguia. Con la ayuda de un novedoso sistema de corte láser fabricado por el INVAP también con la plata de los jubilados, Helenita logró cortarla en 60 fetas. Otro de los Milagros Kirchneristas.

Foto: frente a la fachada de piedra del Círculo Salvavidas, Nagus y el General, en uniforme
de gala y mitra makista, acompañan a Gerardo, Mendieta, Fer Amato, Gerardo Yomal
y el Inye. Detrás, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Amanda,
Leopoldo, Alejandra, Valeria Amato, Tachero K, Princesita K, Pura Magia,
Virginia, Guillermo, Georgina, Rosa, Diana, Contradicto (detrás de una caja de
vino), Guillermo R., Danibigote, Andrealich, Silvia, el Reverendo Omar, Ce
Makin, Clauion, Plotkin, Apestarini, Herbert (responsable de la mejora en
nuestro vino de ferretería), Gabriel, el amigo Canilla, Precaria, Juanillo,
Potranca de Palermo, Niqueco, María Pita, Jheguia, Juan Darien, Dani, Matías, Helenita,
Maby, The Russian, Sergio C., Mabel, Aestivia, GEM, María Amelia, Federico (“El
Cirujano”), Mirta, Ema, Eduardo y Tom Slick.

A mí no me busquen. Seguimos sin
presupuesto para el fotógrafo, así que de eso también me encargo yo, con la
cámara que nos regalaron a Zannini y a mí en el VIII Congreso del PCCh. Así nos
va.