Los resultados electorales tienen consecuencias políticas muy serias, pero no por ello debemos creer que esos mismos resultados permiten análisis políticos profundos.
Imaginemos que nuestra libertad se jugara a un “cara o cruz”.
Las consecuencias serían importantes, pero de nada serviría dedicarnos la vida a pensar por qué apostamos a cara y no a cruz, ni qué cosas hicieron que saliera cruz o cual fue nuestra responsabilidad en que saliera cara.
Para los que sienten un interés particular por la política hay una antigua analogía, de varias semanas, que nos ayuda a colocar nuestra situación en perspectiva porque la ejemplifica siendo nosotros parte de la mayoría sin convicción.
Las elecciones presidenciales, al menos en la Argentina, podríamos analogizarla (permítaseme el neologismo de analogizar) como la elección del menú escolar para nuestros hijos.
Nada mas importante que la salud de los chicos. No hay padre que no someta a su propio hijo a serios maltratos por defender su salud.
Como ocurre en política, podríamos decir que casi todos coincidimos en que la salud de nuestros hijos es importante.
Con menos énfasis, afirmaríamos que la alimentación sana tiene alguna relación con la salud.
Y probablemente muchos de nosotros no nos atreveríamos a confesar que, aunque importante, el tema del menú de nuestros hijos está lejos de interesarnos como para dedicarle demasiados bits & bytes al asunto.
Hay padres que sí le dedican tiempo y foco. De esos hay varios grupos según sus conclusiones, ideológicas y técnicas. Estarán los bio, para quienes la trazabilidad del alimento asegura la salud: estarán los veganos, que intentan interrumpir la cadena del crimen del carnicero a nuestra prole; los prácticos, que afirman que la sofisticación del menú los encierra en una pecera; los ecónomos para quienes disminuir la cuota es también salud.
Pero la gran mayoría navegará sin mucha convicción sobre todo esto, solo compartiendo con los demás la importancia de la salud, la importancia de las finanzas, la importancia de mantener la practicidad de todo y por supuesto la importancia de no irse hacia ningún extremo.
Compartiendo todo, aún entre quienes no comparten nada, esa poderosa mayoría no tendrá (no tendremos) la menor idea de qué corno elegir y ningún tapujo en cambiar de opinión semestre a semestre.
Como ocurre con la mayoría gemela en política, esta “mayoría parental no alineada” (MAPANA por sus siglas en inglés) no poseemos convicciones personales ni opinión fundada sobre el tema, solo coincidimos en que es un tema muy importante y que bajo ningún concepto nos animaríamos a confesar que no nos interesa dedicarle demasiado esfuerzo.
(El uso de la expresión “esto que es de mi interés no me interesa” debería ser de práctica obligatoria en las escuelas. Su prohibición moral nos lleva a construir argumentaciones filosóficas helicoidales y a sostener situaciones embarazosas, inútilmente).
Por todo esto los MAPANA buscamos alguien en quien confiar. Alguien que nos inspire confianza, lo que significa que creamos que no envenenara a nuestros hijos pero, igualmente importante, que confiemos que defenderá su posición cuando algún otro venga a acusar de asesinos a quienes la hayan propuesto.
Ningún MAPANA quiere quedar expuesto a tener que argumentar su elección porque eso lo llevaría a tener que confesar la cláusula de desinterés por el interés. Por eso es clave que quien le haya servido de “master” dé luego la cara cuando corresponda defender la posición y ademas que logre un razonable éxito numerario.
Un verdadero MAPANA teme mas quedar en una incomoda minoría que en un decisión errada pero general.
Como los MAPANA somos una fuerte minoría, por no decir más, nuestra inestabilidad en las decisiones se transmite a la elección del menú del colegio. Elección que oscila siempre y mucho.
Porque un MAPANA no pasa de un casillero al otro, de vegano un año a ovo-lacto-vegetariano por ejemplo.
Sin convicciones nuestra opinión da saltos de golondrina migratoria. Podemos pasar de comida raw un año a comida light con agregado de productos inminizantes fabricados por Boehringer para terminar en la dieta de neandertal. Nuestros saltos tienen la libertad de quien no padece las ataduras de la reflexión propia.
Solo dependerá de la capacidad de predica de cada grupo de opinión con la ayuda de algún anuncio de ultimo momento como si justo una semana antes un chico de otro colegio se envenenó con comida vegetariana o un noticiero anunció el peligro del salmón, que no se importa pero envenena.
Quienes no tenemos convicciones sobre un tema ni el carácter para sostener en publico que ese tema no nos despierta el mas mínimo interés, nos escondemos detrás de la estrategia del MAPANA.
Nuestras elecciones están basadas en el temor a quedar defendiendo algo indefendible o una posición que nos obligue a argumentarla. Por eso podemos cambiar de opinión pero siempre pasaremos de la opinión de un grupo de amigos a la opinión de otro grupo de amigos. Siempre adoptaremos la opinión de un grupo que consideremos fuerte y numeroso como para defenderlas o a lo sumo no tener que defenderlas nosotros.
Las ataduras son con los grupos, no con las ideas.
Por eso si los BIO quisieran lograr que sus compadres elijan BIO, no es llenándolos de reportes médicos sino mas bien cayendo simpáticos. Si los BIO juegan al fútbol con los padres y se van de camping, son “gente como uno, confiable”, lograran persuadir a los demás de elegir un menú BIO probablemente sin que nadie sepa qué es. Porque el menú BIO es elegido por ser el menú que recomiendan esos padres BIO
“Yo para mi hijo quiero la comida que elige un tipo como Nagus, que parece tan saludable” diremos (¿Nagus saludable? Nota del editor) .
Si los BIO se vuelven fanáticos que solo hablan de nutrición, nadie querrá pasar sus hijos a ese menú. Porque es el menú de los fanáticos.
Sobre nuestras elecciones tendrá mas impacto un gracioso que se burle de los veganos o un simpático que diga “Freddy es mas infeliz que un tipo que come comida bio” que tener un padre investigador del Conicet en nutrición que nos traiga sus conclusiones.
Si la elección terminase siendo por “hamburguesas caseras” provistas por Goodmark, de nada serviría una autocrítica del grupo vegano focalizada en nutrición.
No “fallaron” por errores en su explicación sobre los beneficios de la comida vegana, ni fallaron porque la comida vegana quizás no sea la propuesta correcta de alimentación sino más bien porque tal vez no entendieron a los MAPANA.
Si se quisiera analizar por qué los MAPANA eligieron algo y no otra cosa, habría que focalizar sobre qué padres asistieron mas a las cenas de camaradería, que noticias salieron en los diarios, etc..
No porque la elección sea cosa seria para los veganos, lo es para los MAPANA.
Las elecciones de los MAPANA no tienen esa profundidad. Un día antes habríamos elegido pizzas, dos días después comida row o freegana.
Solo amerita analizar qué simpáticas tertulias faltaron hacer, qué padre no fue lo suficientemente graciosos en los asados, etc… Porque en ese plano se da la elección.
(*) En la foto lo vemos al Gral. Susvin predicando en el colegio de sus hijos a favor de la dieta de neanderthal
Como dije arriba, concuerdo con que fue un discurso estratégico. Su eficacia, no obstante, está dada por la propia lógica que instaló. Si hay un país "real" y otro "virtual", entonces quien pueda demostrar que el INDEC publica una inflación "virtual", demuestra al mismo tiempo que el país "real" no es el del gobierno. Es decir: si la diferencia es entre lo real y lo virtual, cualquier mentira que digamos nos deja fuera de discusión (a menos que la cosa sea cuantitativa y la discusión sea quién mintió más).
Entonces: la estrategia puede ser relativamente eficaz, pero ha tenido límites que dejaron pedaleando al gobierno en sus propios términos.
Por otra parte, una cosa es entender la diferenciación como una herramienta de disputa polìtica y otra muy distinta creer que efectivamente hay un país real y que el que lo conoce es uno. Puedo nombrar mucha gente que cayó en esto último. Eso ya es un problema.
Yo creo que lo del pais real vs pais virtual fue eficaz. Marcar burlonamente ese pais irreal de tan diferente que presentaban los medios concentrados, fue un exito.
Vivimos en un pais donde los diarios impulsaban corridas mortales, deslegitimaciones a gobiernos tambien mortales. En esta ultima tanda solo lograron instalar una "interpretacion" con mas o menos exito.
Creo que algo de la estrategia K fue efectiva.
Lo cual no quiere decir que transformó al dragon en un chihuahua. Solo que no terminó carbonizado como los contendientes anteriores.
De todos modos, deberíamos pensar cuánto de ese discurso políticamente adecuado (nuestro país es el "real") terminó siendo creído por la tropa propia, de maneras inconvenientemente bobas.
No niego con este comentario el anterior; sólo trato de aclarar un poco el tenor del mío (previo).
Otro abrazo (sigo evaporando el vino del miércoles; toléreme cierta melosidad vaporosa).
Como siempre, tiene razón usted, Bosnio.
Un abrazo.
Alejandro, el trulala del pais virtual y pais real era una forma de pelear por el imaginario. Lucha tan real como para persuadir a la presidenta a llevarla a cabo.
Podriamos criticar que CFK se apoyó en la desvalorización por lo ¨virtual¨ y debería haber dicho ¨nuestra virtualidad frente a su virtualidad¨. Pero solo habría debilitado la defensa de su punto de vista en pos de afirmar algo etimologicamente mas exacto.
En cuanto a Duran Barba, digamos que es relativamente facil entrar a un hotel 4 estrellas y convencer a sus huespedes que estan siendo tratados como en en un youth hostel, que en Suecia un 4 estrellas es mucho mas, que con su mismo dinero a la vuelta o con otro management tendrían una atención de Pasha. Solo hace falta no ser echado del hotel.
Es facil porque es ¨funcional¨ al interes de los huespedes. Quien no quiere escuchar que merece un mundo mejor y que ese mundo está a un click.
El desafio para Duran Barba va a ser convencer a los huespedes, una vez trasladados a un youth hostel, que siguen viviendo en el mismo hotel 4 estrellas.
Ante el reclamo de ¨Esto es un youth hostel!!¨ le va a costar limitarse a contestar ¨Pero si ud. vivían en uno. No lo recuerdan? Yo los había convencido de eso¨.
Alejandro: Decís:
"Conclusión (todo lo que usted posteó merece mucho más que estos garabatos, pero soy básicamente un holgazán): las decisiones del pueblo no son irracionales. Lo que hay que hacer es construir una racionalidad colectiva eficaz y Macri (o su equipo) lo consiguió. Si no advertimos que la tarea es hacer que nuestra razón individual (o sectorial) sea la razón de la mayoría (eso es la política), estamos perdidos. "La realidad" empieza ahí, en ese acto por el cual alguien logra adueñarse de ella construyendo los símbolos adecuados."
Totalmente de acuerdo. Y ahí es en donde entran las Ciencias Sociales y la Mercadotecnia.
Agregar herramientas a nuestra militancia no significa tener que resignar valores. Espero que nuestra dirigencia lo comprenda.
Abrazo.
Gracias, Bosnio. Hizo bien en postear eso, porque bajé el MAKnual hace ya rato e hice lo obvio: no lo leí.
Aprovecho este espacio, entonces, para decir que siempre me pareció muy desacertada la estrategia del gobierno de Cristina de diferenciar el "país virtual" del "país real". El país ES virtual. Usted dice que hay ciertas circunstacias poco efectadas por el "imaginario", como comer frente al hambre. Eso es relativamente cierto, siempre y cuando no encontremos la manera (y algunos la encuentran) de explicarle al hambriento (y que él nos crea, ese es el meollo del asunto) de que lo que siente es hambre. Una proporción gigantesca de la sociedad argentina no vivió jamás (jamás) en su vida un período de bonanza como la de los últimos diez años; sin embargo, lograron convencerla de que su vida nunca había sido más miserable.
¿Eso es real o virtual? ¡Es real! Si no entendemos eso, estamos en el horno. Y creo que el gobierno anterior NO lo entendió. Durán Barba sí, y por eso nos ganó.
Hoy, la excesiva confianza en que el tremendo descenso en el poder adquisitivo del salario provocará, por sí solo, la conciencia de las masas, es un peligro amenazante. Hay que militar los símbolos, porque eso es militar la realidad. La izquierda es un ejemplo claro de eso: cuanto peor estén las masas, más conciencia tomarán; ¡Cuánta estupidez! Un amigo mío dice siempre que a los marxistas les vendría bien leer a Marx, porque sería para ellos una experiencia inolvidable. Leen al barbeta como si su materialismo implicara dejarse llevar por "la realidad concreta", sin advertir que esa realidad siempre aparece simbolizada (esto lo dijo Marx, no yo, que soy un nabo).
Conclusión (todo lo que usted posteó merece mucho más que estos garabatos, pero soy básicamente un holgazán): las decisiones del pueblo no son irracionales. Lo que hay que hacer es construir una racionalidad colectiva eficaz y Macri (o su equipo) lo consiguió. Si no advertimos que la tarea es hacer que nuestra razón individual (o sectorial) sea la razón de la mayoría (eso es la política), estamos perdidos. "La realidad" empieza ahí, en ese acto por el cual alguien logra adueñarse de ella construyendo los símbolos adecuados.
Abrazo
Quizas no tengan nada que ver, pero es la ultimo intento porque lo lean.
Las encuestas de opinión son una herramienta que busca “afectar” el juicio de los representantes políticos. “Vean cómo sus representados han cambiado de opinión” – advierten – o “vean cómo van a opinar en la próxima consulta”. Una actitud natural, quizás injusta, de los ciudadanos es elegir, no a quien haya cumplido con nuestra opinión de ayer, sino a quien creemos que cumplirá con nuestra opinión de hoy.
Esta actitud tan democráticamente sana invita a que un político traicione nuestras opiniones de ayer en pos de congraciarse con nuestras opiniones de mañana. Pero nadie conoce nuestras opiniones de mañana, ni siquiera nosotros mismos.
Algunos políticos confían en su olfato para conocer nuestra opinión día a día. O confían en poder explicarnos las razones de sus acciones contrarias a la moda existente el día de la elección. Otros, por su parte, confían en las encuestas de opinión para interpretar el rumbo del electorado: de ahí la tentación de usar las encuestas para influir sobre los representantes, en especial aquellos muy débiles de convicciones.
Exagerando un poco, podríamos decir que “quien predice, conduce”.
OPINIÓN
En una democracia laica, la opinion de los ciudadanos y el numero de ciudadanos que la comparten ocupa el lugar del Dios en una cosmogonia fundamentalista. La opinion actua como unica verdad y los valores sociales se construyen por mayorias.
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Esta construccion tan nebulosa nos permite determinar si un proceso es legitimo o no, si un objetivo logrado es virtuoso o no, deseable o no.
Es un cambio terrible que nos deja huerfanos y sin certezas biblicas.
Pero buscar conclusiones irrefutables, inopinables, durables, basadas en valores universales y apreciaciones que nadie pueda modificar nos lleva peligrosamente hacia los fundamentalismos.
Los ciudadanos de una república no votan según su conocimiento, ni siquiera según su experiencia o esfuerzo. La República con mayúscula no nos promete ser gobernados por el saber, sino por la opinión de las mayorías. En este sistema cada opinión vale lo mismo: la dudosa, la segura, la volátil, la persistente, la del sabio y la del ignorante, la del monje y la del pecador. Cada opinión, un voto.
Lo interesante es que, si consiguiéramos valorizar equitativamente cada opinión para gobernar la cosa pública, figuraríamos en el Guiness y seríamos la envidia de la región, sino del planeta.
Los ciudadanos votan entonces según su opinión. Nadie necesita fundamentar su voto, explicarlo, compartir algún análisis previo, ni siquiera probar interés. Basta con que dé su opinión cuando la República la solicita (parece poco, pero a veces lograr esto es una utopía inalcanzable, por todas las fuerzas desatadas que buscan que los ciudadanos no lo hagan).
La opinión de la ciudadanía puede inferirse, pronosticarse o soñarse. Pero la República tiene una sola forma de consultar la opinión de sus soberanos para considerarla válida: son las elecciones, que se efectúan periódicamente bajo reglas muy estrictas para consultar la opinión de la ciudadanía.
Al día siguiente, esa opinión puede haber cambiado, pero regirá como republicanamente válida hasta la siguiente elección, sin importar cuántas veces cambie en el medio. Como la única forma de consulta republicana de opinión es la elección, entre elecciones sólo hay “sospechas” de opinión ciudadana. Por eso las elecciones son muy frecuentes: cada dos años tenemos una.
Todo gobierno reconoce el beneficio de una opinión favorable a las acciones que busca llevar a cabo, aún un gobierno totalitario sin intención electoral. De hecho, la opinión favorable es como un lubricante sin el cual avanzar en una dirección requiere el doble de esfuerzo. Por otra parte, una opinión contraria puede transformarse en un viento capaz de hacer descarrilar. No minimicemos el poder de la opinión.
Para cualquier régimen político, la arena de la opinión pública es un ring, una zona de conflicto donde cada sector intenta vencer con miras a promover o frenar acciones según las desee o no. En una república democrática, la lucha por la opinión pública es la parte central del juego, sino el único. sigue
EL IMAGINARIO
Llamamos “imaginario” al conjunto de ideas de una comunidad: qué cosas nos parecen tolerables, qué cosas obscenas, qué reacciones nos parecen obvias, qué consideramos soluciones esperables a problemas existentes, cómo creemos que actúan los serios. Éstas y muchas más ideas evolucionan a diario pero no dejan de formar parte del imaginario, patrimonio que nos pertenece como los puentes, los puertos, los baches, las deudas. Para bien o para mal, afectan nuestra realidad como la realidad física.
Lo que se construye en el imaginario es tan importante, sino más, que la construcción misma en la realidad. Por ejemplo, un político puede construir una escuela o destruir un hospital, y esto es importante. Pero en el imaginario un influenciador (sea un político, un predicador, un comunicador) construye la demanda social (o la necesidad ciudadana) de hacer escuelas o de destruir hospitales.
Podemos pensar que existen demandas poco influenciables por el imaginario, como comer si hay hambre. Pero el imaginario podría sugerir que el hambre es síntoma de un exceso de personas, y no de la falta de alimentos.
El político debe construir en ambos planos, que por lo general van de la mano: el político necesita el apoyo del imaginario colectivo para apoyar las acciones reales que desea llevar a cabo. Dicho esto, no olvidemos que son planos independientes: por un lado, uno podría venir sin el otro; por otro lado son de diferente jerarquía los logros y daños.
La frase en boca de Menem “pobres hubo siempre” no creó ningún pobre en la realidad por decirla. El entonces Presidente podría incluso haber realizado acciones de inclusión mientras pronunciaba esta frase (no fue el caso). Sin embargo, esa frase aportó su grano de arena a la construcción imaginaria de que la pobreza es un hecho inevitable de la realidad: una fatalidad y no una decisión política.
“Mejor que decir es hacer” es una frase de Perón con la que no acordamos. En nuestra opinión, “decir es hacer”. Decir es una forma de hacer; es construcción en el imaginario; es un arma poderosa. La acción de decir cura, incluye, rebela, crea y reconoce derechos. Lo que un político dice es muy importante aún cuando sus acciones vayan en otro sentido.
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Cuando CFK sostiene que “mientras haya un pobre, no habremos tenido éxito”, coloca la eliminación de la pobreza como realizable, como deseable y como una exigencia política a superar. Aunque no hubiese hecho nada por disminuir la pobreza, ese “decir” hace mucho a favor de la futura eliminación de la pobreza. Si de tanto decirlo nos convenciera a todos de que esto es así, quien venga después deberá satisfacer esa demanda o perder en la siguiente elección por no lograrlo.
En los '90 se había instalado en nuestro imaginario (con la ayuda de muchos poderes, por cierto) la idea que la convertibilidad y la obediencia a los “mercados” era lo que nos sostenía como nación moderna, incluida en el mundo. Sin ellas, la vida sería aún más miserable.
Con esta idea fuertemente enquistada en nuestro imaginario, ningún político podría haberse presentado a una elección con la promesa de salir de la convertibilidad. De hecho, el mayor error de la clase política fue no haber instalado “opciones” a la convertibilidad en nuestro imaginario (claro que esto iba en contra de intereses demasiados fuertes y nada imaginarios)
Alejandro, estoy de acuerdo con ud.
Nunca acordé con la famosa frase de un general, "Mejor que decir es hacer". Decir ES hacer, como construir un puente por supuesto.
Mas alla si una idea es material o no, sin duda las ideas son parte de la realidad con fuertes consecuencias materiales, como un torno o un cañon.
La realidad, al fin de cuentas, solo se percibe a traves de los sentidos que registran y las ideas/OS que interpretan los registros.
Y en politica electoral el territorio de batalla es ese.
Como estamos sin abuela estos tiempos (sin cheque, sin cargos y sin abuela es el desamparo mas absoluto) le voy a enviar dos parrafos de un excelente texto, el MAKnual, referido a estos asuntos. No recuerdo el autor, pero sin duda gozará de mi estima.
Edu: el mundo es una idea.
Bosnio: las ideas son materiales.
Siempre me ha causado un tanto de perplejidad el intento por demostrar la existencia "real" de Cristo. Es un ejemplo, nada más: ¿Realmente importa, hoy, si Cristo existió? La "idea" del hijo resurrecto de Dios produjo efectos materiales que persisten 21 siglos después de que Pablo saliera a dar la buena noticia. Esa idea "insustancial" acabó con Roma, unificó Europa, masacró centenares de millones de personas, salvó a unos cuantos millones más merced a los curas tercermundistas (y sigan contando). Y las ideas se autoprotegen, porque crean el universo que les da sentido. Así, si saliera alguien a decir, con pruebas, que Cristo fue una mentira, ¿Quién aceptaría las pruebas, sino los que nunca creyeron en la idea?
No estoy siendo original: un poco de Castoriadis, algo de Lacan, Marx. Es como dice usted, Bosnio: compran ideas. Pero no se trata de diferenciar las ideas de las ilusiones; lo que llamamos "realidad" no es otra cosa que una ilusión que le ganó a todas las demás, entonces ya no la llamamos "ilusión", sino "mundo" (o algo así) y decimos que nuestras ideas son meritorias porque concuerdan con él. Un círculo maravilloso.
El territorio de batalla es ese.
Edu, de algun modo las ideas tampoco son sustancia material.
La idea que la igualdad se logra mejorando al de abajo o la idea que la igualdad se logra bajando al de arriba, son ambas ilusiones. Con efectos materiales importantes, pero en sí son ilusiones.
Y la publicidad/predica es la que hace prevalecer una sobre la otra en una población. Ademas de la predica que da el aprendizaje empirico por supuesto.
Creo que hay un fuerte paralelo entre la arena politica donde cada uno predica por imponer una idea y la arena comercial donde cada publicista predica por imponer sus “ilusiones”.
Que el ensolves lava mejor es una ilusion tan poco material como la que dice que los Ceos administran todo mejor. Quien tenga ensolves en su producto ganará si instala una ilusion, asi como quien tenga CEOs en su equipo tambien.
Marketing Estratégico, Alberto L. Wilensky.
DISCULPE, PERO COCA COLA REFRESCA MEJOR NO ES UNA IDEA. APENAS UNA ILUSIÓN, SIN CERTEZA COMPROBABLE, PURA DOXA, SIN EPISTEME, Y LA ILUSIÓN ES LA MATERIA PRIMA DE LA PUBLICIDAD CREO QUE EL AVDOR.BEHRENS QUISO DECIR ESO. DISCULPE,TECLADO ROTO.
DISCULPE, PERO COCA COLA REFRESCA MEJOR NO ES UNA IDEA. APENAS UNA ILUSIÓN, SIN CERTEZA COMPROBABLE, PURA DOXA, SIN EPISTEME, Y LA ILUSIÓN ES LA MATERIA PRIMA DE LA PUBLICIDAD CREO QUE EL AVDOR.BEHRENS QUISO DECIR ESO. DISCULPE,TECLADO ROTO.
Yo creo que compra ideas.
Que Coca Cola refresca mejor, es una idea. El producto es solo lo que adquiere para seguir el mandato de esa idea.
Es racional en terminos que hará lo razonable segun las ideas que tiene/compró/creó. “La telefonia celular me permite estar comunicado todo el tiempo, ser quien soy, parte de esta juventud maravillosa, etc..” por unos pocos cientos de pesos por mes. En cambio la fija no solo me envejece sino que me saca 20$ por mes de abonos.
La decision es racional.
Nos fue bien en muchos frentes, casi todos. Solo que no alcanzó.
Sin duda hubiese preferido que los resultados fuesen tanto mejores aún, que con la bateria de megafonos difamadores no hubiese sido suficiente para erosionarnos el 50+1.
Pero preventivamente creo que la proxima vez tenemos que arrebatarle el megafono al que lo tiene. Igualar las cosas.
Y por supuesto hay que conseguir cuanto buen publicista haya porque al final hay una opinion, no un dictamente cientifico.
Pero asi como con una mejor bebida de cola, el mismo publicista obtiene mejores resultados.
Si la competencia no tiene monopolio de la publicidad en TV, en cable y revistas, el mismo publicistas con el mismo producto obtendrá mayor market share.
Me da la sensación de estar errándole al vizcachazo. El votante / consumidor de estos tiempos, por lo menos el millón de votos que nos faltó, compra productos y no ideas. Duran Barba, psicopatón y publicista lo sabía. Y les vendió una política apolítica, un envase vacío. El consumidor no es un tipo racional. Si lo fuese, no hubiese adoptado indiscriminadamente y tan mansamente la telefonía celular que es entre diez y quince veces más cara que la tradicional… sin mencionar el costo de los equipos.
Apelamos a la razón y nos fue mal. Apelamos a la historia y a nadie le interesó. Apelamos a la gestión, y no se dieron cuenta.
El radicalismo sobrevive mal con un triste alfajor triple de Yrigoyen, IIlia y Alfonsín. Y encima Illia, un mediocre gobernante que asumió con medio país proscripto, no usó los gastos reservados para curar a su mujer, renunció a su jubilación, rompió su diploma de médico y terminó como ayudante de una panadería, leyenda apócrifa por donde se la mire…
Entonces, debemos adaptarnos a los nuevos tiempos. Cambiar la leyenda de los padres fundadores, simular un nuevo producto, conseguir nuestro propio gurú publicitario, y vender más unidades que la competencia.
Después… bueno, ya veremos que fabricamos. La patria nos necesita. Mintamos.
Alejandro, creo que la combinación de MAPANAs y de una estructura de medios concentrados y en manos de la plutocracia nos lleva un poco a esto.
Si la estructura de medios fuese distribuida como una blogosfera donde todos tienen un micro cuota de poder de predica, el resultado sería otro.
No habría una maquinaría interesada en mantener instaladas las ideas de la antipolitica.
(Esas que ud. dice son antiperonistas y desclasadas). Siempre hubo de este combo de ideas coloniales, que el colonizado adopta en su contra, pero con los medios actuales esa situacion empeoró.
Y no parece que el mundo se dirija hacia un lugar menos concentrado.
Fabian, cada caso es diferente. En el caso de CFK nadie diría que se indentifican como un par con quien comer un asado.
Quizas eso generó rechazos, pero las simpatias que tambien generó no fueron por ser "como la chica de al lado".
Bosnio;
Lo releí a la luz de su respuesta y es cierto que se puede interpretar de un modo diferente al que lo hice. De todos modos, creo que es tiempo de una reflexión muy compleja y profunda sobre los deseos y comportamientos del pueblo argentino. Me parece que se sigue cometiendo el error de no valorar (tildándola de "simplista") a toda apelación a la raíz racista, antiperonista y desclasada de una gran parte del campo popular, que lleva a que un tipo vote casi aliviado a quien le promete que le va a pegar un tiro en la rodilla y luego se pregunte con lágrimas en los ojos por qué le dispararon. Y lo complejo es tanto la sorpresa como el alivio que sentía antes.
En ese sentido digo que la analogía me queda un poco chica. Me parece excesivamente coyuntural, quiero decir.
Siempre con aprecio y agradecimiento (e incondicional admiración), le mando un abrazo.
Hace muchos años, Jorge Guinzburg decía que se terminaba votando por el tipo con el que uno comería un asado. Eran los ´90 y lo argumentaba con Alfonsin-Luder y Menem-Angeloz.
Iris:
No se ensañe con la analogia en si, sino con la posicion que la analogia intenta explicar.
Creo que todo su largo texto aplica a la politica.
El “come fruta fresta” seria algo asi como el “elige honestos” en la politica. Son frases que parecen perfectas en todo contexto pero con una diarrea podrían ser errores fatales para la salud.
En politica no hay una sola dieta. Y hay acuerdos Mc Pato que quizas no se defiendan por saludable sino porque auspician el campo de deportes, que al final de cuentas puede argumentarse como bueno para la salud.
La politica, como la nutricion de nuestros chicos, es un tema en el que todos, aunque reconozcamos no saber, tenemos legitimidad para opinar y decidir. En eso se parecen.
Y cuando al final del camino sufrimos las consecuencias de una determinada politica ninguno aceptara su responsabilidad, a lo sumo será consecuencia de “sus malos habitos” no de “nuestra mala votacion en el colegio”.
Pero como en la salud, en la politica siempre uno puede explicarlo por otros motivos o plantear dudas. El estado deplorable de Rinconete se debe a su mala alimentacion en la primaria o a las empanadas que se comió en la ultima MAK? Es el smog de la ciudad o la falta de amigos en su vida adulta?
Creo que la analogia resiste bastante la comparacion.
Pero la idea que explico es que tenemos esa primer minoria a la que no le importa mucho interiorizarse para votar. No es que crea que no es importante, no estan convencido que las elecciones no influyan en su vida, solo que no les interesa dedicarles muchos bytes al asunto.
Siempre me interesó el fenomeno del robo de boletas.
Porqué robar boletas es efectivo? (Mas alla de distraer el punteo)
Si ud. o yo nos encontrasemos en el cuarto oscuro sin boletas del criminal al que queremos votar, simplemente saldriamos a pedir que repongan.
Pero es efectivo porque mucha gente entra al cuarto oscuro y elije alli o si no encuentra la que esperaba encontrar, toma otro que le llame la atencion.
Esto es un poco la idea del post.
Carolina:
Si cree que Scioli trajo a pocos, intente pensar cuantos habrían venido con Maximo.
Los MAPANA terminamos odiando a los que fabricaban la vianda bio al mismo tiempo que cambiamos. Porque cambiamos odiando, abruptamente, como para siempre, como sin retorno.
Para luego retornar odiando al otro, al que lo fabrica, al que lo recomendó, etc…
Diego:
Es asi. Hay un candor de la politica de mayorias que nos hace creer que si nuestras convicciones son sanas, bien paridas y comunicamos bien lograremos superar al hombre de las turbinas.
Asi como ezeiza enseño a miles que movilizar puede tener fuerza pero un par de rifles tienen aun mas. Esta epoca nos enseña que convocar y realizar tiene fuerza pero controlar los medios la tiene aun mayor y, sobre todo, mas estable.
Con turbinas de 777 vada tanto aparece un tornado mayor pero mas temprano que tarde el estable efecto de las turbinas de 777 se lleva el partido.
Moraleja: hay que tomar las turbinas. O al menos eliminarlas.
Adriana: No espere que entendeamos las diferencias entre alegorias y analogias. Ya LauraVi intento explicarlas pero se rindió.
Alejandro:
MI intencion, lejos del resultado, fue aliviar la busqueda de profundas autocriticas. Como si hemos perdido porque algo hicimos mal durante el gobieno, porque Moreno no calló, porque el cepo o porque la mar en coche.
La idea que quise essbozar es que las elecciones se ganan y se pierden tentando a esa primer minoria MAPANA que decide en los ultimos 100m. No es que la gestion no influya en nada, pero no explica un resultado. Mucho menos uno de pocos puntos.
Si propusiera una autorcritica no sería sobre “porqué perdimos” sino sobre “que cosas habriamos hecho diferente en el gobierno. Aún cuando de todos modos hubiese terminado en una derrota electoral en el 2015?”.
Y aquí creo que hay mucho que hoy haría distinto.
Puede ser. es un análisis simpático. Lo que creo es que son tiempos de revisiones más profundas que la mera flagelación individual por la incapacidad para caerle bien a tal o cual elector. La mayoría votó a Macri, muchachos; a MACRI. Es decir: votó a melconián, a Sturzenegger… a MACRI.
Lo que quiero decir es más bien sencillo: podemos hacer todas las autocríticas que queramos (y todas van a estar bien), pero el PUEBLO argentino votó a los ideólogos de la Dictadura. No es que como no les cayó bien el kirchnerismo votaron a Felipe Solá… votaron a MACRI (lo digo una y otra vez como para exorcizarme a mí mismo).
Esta elección habla, por supuesto, de errores del kirchnerismo y de antipatías bien ganadas; pero habla también de nuestro pasado más terrible, desde el 55 hasta el 76.
No podemos reducir esto a que no fuimos simpáticos y perdimos. Ganó MACRI, muchachos. MACRI.
¿De eso también nos tenemos que hacer cargo nosotros?
No me gustó la analogía, quiero decir. Explica nuestras dificultades, pero no la trágica decisión de un pueblo de suicidarse (y matar a unos cuantos prescindibles, que suelen hacer la V con la mano).
Saludos.
"Las ataduras son con los grupos, no con las ideas". Me gusta esa síntesis.
Creo que el escrito calificaría más como una Makalegoría.
Me gusta el análisis, pero es muy difícil orientar las veletas teniendo abanicos si del otro lado hay turbinas de 777. Sigo pensando que la gran batalla que se perdió es desarmar la máquina de orientar giles.
Mmn, no se, tipo más simpático y asistidor a los asados que Scioli y al final no trajo todos esos votos "no politizados" que iba a traer.
La analogía es atractiva y tentadora, pero me parece que no llega a explicar un fenómeno complejo como el de los MAPANA o peor, el de los que terminan odiando al cocinero del colegio.