Columna publicada en Nueva Ciudad.
En estos días supimos, esta vez gracias a nuestro Jefe de Gabinete, que “el pensamiento crítico nos aleja de la verdad”. Es una idea novedosa que tira por la borda 2.500 años de pensamiento occidental y nos enseña que Sócrates fue, al fin y al cabo, un sofista.
Luego de poner en duda el legado de la filosofía clásica, Marcos Peña denunció que “Sergio Massa es la persona menos confiable del sistema político argentino”, por votar el proyecto de modificación del impuesto a las Ganancias. Entendemos el fastidio del Jefe de Gabinete: que la oposición busque imponerle al Presidente, aún parcialmente, sus propias promesas de campaña es un gesto demagógico y poco serio.
Varios funcionarios y periodistas serios (dos profesiones que hoy cuesta diferenciar) se preguntaron como se compensaría la merma de ingresos fiscales generada por la modificación del impuesto. Saludamos esta novedosa preocupación fiscal pese a que nos hubiera gustado que apareciera antes, en el momento de decidir la eliminación de retenciones, por ejemplo, o la devaluación que disparó el dólar futuro o el pago a los holdouts; pero, como decía el general Alais: “más vale tarde que nunca”.
Luego de la media sanción del proyecto en la Cámara de Diputados, el gobierno logró ganar tiempo en el Senado presionando a los gobernadores. El látigo que en manos de CFK era una calamidad resultó ser un instrumento legítimo en manos de Macri. Al parecer, los látigos también son como el colesterol: los hay buenos y los hay francamente malos.
En todo caso, Macri prometió eliminar el impuesto a las Ganancias y no lo hizo pero prometió no devaluar y sí lo hizo. Vemos ahí la voluntad de equilibrar las promesas de campaña.
Pero no todas fueron malas noticias. El nuevo presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto, explicó que un montón de plata de investigación se va en sueldos de investigadores, algo realmente inesperado, y concluyó que: “En un país que reconoce tener un 30% de pobres, debemos entender que estamos hablando no de un recorte sino de crecer a tasas menores de las que veníamos creciendo, que eran anormales para cualquier sistema científico del mundo”. Es una noticia realmente alentadora ya que, como cualquier economista serio lo sabe, de la pobreza se sale invirtiendo menos en investigación. Así, el día que no tengamos un sólo investigador, tendremos el PBI per capita de Noruega, aunque tal vez nunca lleguemos a saberlo ya que no tendremos investigadores para calcularlo.
Luego de la “Justicia a la Carta” de su alteza Gerardo I, emperador de Jujuy, Mariscal del Altiplano, Defensor de la Justicia y Azote de Dios, y de la “Justicia por Sospecha” que explicó nuestro Presidente en conferencia de prensa, llega la “Justicia por Consulta Popular”, una notable propuesta del massismo jujeño.
Se trata de la “CONVOCATORIA A CONSULTA POPULAR POR LA CONTINUIDAD DEL PROCESO JUDICIAL EN PRISIÓN PREVENTIVA DE LA SEÑORA MILAGRO SALA” (SIC), que incluye una pregunta que al parecer escribió Diego Capusotto: “¿Usted cree que Milagro Sala, libre, amenazará testigos, entorpecerá e impedirá que la Justicia la investigue por hechos de corrupción?”
Podríamos aprovechar y definir a través de una aplicación para celulares el castigo que se merece Milagro Sala e incluso determinar el delito que más nos guste.
Por último y como cada vez que no hay buenas noticias para anunciar, volvió el caso Nisman. Según la ex esposa del fiscal, la jueza Arroyo Salgado, “nuestros peritos de parte han determinado que Nisman fue asesinado”. Es una noticia fuerte, sólo falta que convenzan a los peritos oficiales y al juez. Pero lo más importante fue la nueva teoría aportada por la ministra Bullrich luego de mirar una serie por televisión: el comando venezolano-iraní con formación en Cuba Libre podría haber asesinado al fiscal con la ayuda de un piolín aportado por la mafia rusa. (“Una persona tira un piolín y lo hace suicidar”).
Tuvimos suerte que la serie no fuera Viaje a las Estrellas: en ese caso la ministra afirmaría que al fiscal lo asesinó un vulcano teletransportado desde el espacio.
Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.
Me divirtió mucho, pero no ya tiene mérito alguno porque como todo el mundo sabe es mucho más fácil hacer humor opositor que oficialista. Igual los quiero, de populista que soy. Felisa me muero y todo lo demás.
See… o quizás el libertino financiado con nuestros impuestos y la plata de los jubilados, también podría haber sido asesinado por un argentino proto mara o proto formado en ISIS.. o algo así