Columna publicada en Nueva Ciudad (Sobre el fastidio de las elecciones)
Termina otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Además, como escribió Javier Blanco en La Nación : “Con tasas altas y dólar estable, volvió el negocio financiero más conocido”. Volvió la bicicleta, una de nuestras más nobles tradiciones. Lo que prueba que no todas las actividades están en crisis, sólo las productivas.
Siguiendo los pasos de Gabriela Michetti, el diputado macrista Daniel Lipovetzky anunció, junto a otros integrantes del bloque oficialista: “Si buscamos tener políticas públicas de largo plazo, tener elecciones nacionales cada dos años no contribuye a ese objetivo” . El diputado tiene razón, la democracia electoral complica las políticas de largo plazo, como bien lo explicó en su día José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía del general Videla. Deberíamos imitar su ejemplo y eliminarlas en su conjunto, no sólo las de medio término.
Esta semana supimos que Jorge Sampaoli, el candidato a dirigir la Selección, es “kirchnerista y fanático del Indio Solari”, datos esenciales para analizar sus cualidades de entrenador. Por su parte, el ministro del Desempleo Jorge Triaca denunció a la jueza Dora Temis por tener “antecedentes kirchneristas”, mientras que Margarita Stolbizer, con precisión helvética, “apuntó contra 57 ex funcionarios K que permanecen en el Gobierno” y el periodista serio Nicolás Wiñaski, más ambicioso, delató a 200 colegas kirchneristas, al parecer ocultos entre los pasillos de Telam . El Comité de Actividades Antiargentinas agradeció esas colaboraciones espontáneas y pidió a la población que redoblara sus esfuerzos en la detección de “subversivos apátridas y materialistas ateos”. Si todos denunciamos a nuestros vecinos o familiares kirchneristas, pronto terminaremos con la terrible grieta que nos separa.
El ministro Pablo Avelluto pidió la renuncia del titular del INCAA, Alejandro Cacetta, luego de una operación de prensa que demostró una fructífera sinergia público-privada y un notable trabajo en equipo: el envío de una carpeta a los medios, seguido de la indignación frente a su difusión y, por último, del pedido de renuncia del funcionario carpeteado. Como servicio adicional, Eduardo Feinmann fue publicando en las redes sociales las fotos de los gerentes del INCAA que el ministro buscaba apartar. Para ganar tiempo, Avelluto debería hacer sus reuniones de gabinete en Animales Sueltos.
El despido enfureció a Juan José Campanella, quien afirmó “no creer” en las sospechas contra Cacetta. Es cierto que, al no tratarse de un kirchnerista, no vemos por qué Campanella debería creer en ellas. Con las operaciones de prensa ocurre como con el colesterol: las hay buenas y las hay francamente malas.
Por su parte, la titular de la Oficina Anticorrupción, la evanescente Laurita Alonso, anunció una reforma “integral del INCAA” , un proyecto asombroso teniendo en cuenta que se trata de un organismo autárquico. Pero más asombroso aún es que mientras se relanza el ciclo de la deuda- históricamente la mayor fuente de corrupción del país- sin que nadie sepa exactamente cuanto paga el país por intermediarios ni por qué se elijen tales tasas o cuales bancos, la ex titular de Poder Ciudadano se dedique a auditar sillas en el INCAA. No descartamos que mañana se dedique a contar saquitos de té en el Conicet.
Luego de que la policía jujeña entrara en la Facultad de Ciencias Agrarias y se llevara ilegalmente a dos estudiantes que participaban de un asado, el Ministerio de Seguridad de Jujuy justificó el operativo ya que el evento, al igual que la carpa docente frente al Congreso, “no tenía permiso municipal”. Gerardo I, Emperador del Sol Poniente, Mariscal del Altiplano, Protector de la Justicia y Azote de Dios reaccionó, al contrario, con fastidio. Desde su cuenta de twitter explicó no estar al tanto de lo ocurrido y prometió castigar a los responsables. Es una buena noticia: tal vez tampoco se haya enterado de que Milagro Sala está detenida ilegalmente en su provincia. Aunque debemos reconocer que los terribles crímenes que se le atribuyen a Sala no por imaginarios dejan de ser atroces.
Todo lo que quieran pero ya no le tenemos miedo al censista.
Foto: El Comité de Actividades Antiargentinas agradece las colaboraciones espontáneas y pide a la población que redoblara sus esfuerzos en la detección de “subversivos apátridas y materialistas ateos” (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la fundación LED)