Notas

Crónica de la Semana 21 de octubre de 2018

By 21 octubre, 2018

Termina otra semana trepidante en la que no tuvimos lluvia de inversiones pero tampoco Pobreza Cero, es decir, una de cal y otra de arena. Además, como bien dijo el todavía ministro Dujovne, “yo la estoy viendo bajar”. Según varios analistas serios se trataría de una referencia a la inflación, lo que nos dejó más tranquilos.

Mauricio Macri, por su lado, afirmó en el Seminario IDEA que “no existió en la historia ningún presidente más preocupado por la generación de empleo que yo” y, como todos sabemos, lo que importa en política son las preocupaciones y no los resultados. El Gordo Valor, inspirado por las palabras presidenciales, habría afirmado durante el Seminario Juncadella que “no existió en la historia ningún ciudadano más preocupado por la seguridad de los camiones de caudales que yo”.

María Eugenia Vidal no quiso quedarse atrás frente a tanta pirotecnia verbal y explicó en el mismo seminario que la política es como la vida, que no siempre se puede estar mejor e incluso muchas veces se está peor. Durante la larga noche kirchnerista tanto Vidal como Macri nos explicaban que, al contrario, podíamos vivir mejor pero ahora se dieron cuenta que, en realidad, vivíamos demasiado bien y lo que toca ahora es estar peor. “La vida misma”, como diría la gobernadora Coraje.

Vidal continuo en el camino del valiente autoelogio explicando que “el valor que compartimos (en Cambiemos) es el de la verdad, y es un valor que el Presidente ha sostenido de manera continua en estos tres años”. Con generosidad, incluyó en sus halagos a una componente fundamental del oficialismo: “es un valor que compartimos con los medios de comunicación y los periodistas”. Casi con lágrimas de emoción, Vidal concluyó que “ya no hay escraches a periodistas ni condicionamientos por la pauta publicitaria oficial”. Es más, los periodistas no oficialistas disponen de plataformas muy populares como facebook, blogger y youtube. Digamos todo.

Para demostrar que ya no hay persecución alguna, Julio Conte Grand, ex secretario de Legal y Técnica de Vidal y actual Procurador General independiente de la provincia de Buenos Aires, amenazó con un juicio político al juez Carzoglio por no haber dictado la prisión preventiva de Pablo Moyano, pese a ser éste un reconocido opositor a Cambiemos. La reticencia a fusilar sumariamente al juez díscolo fue leída por algunos periodistas serios como un gesto de tibieza e incluso de debilidad.

En todo caso, el Presidente y la Gobernadora Coraje tienen razón: lo importante es decir la verdad, y la verdad es que no hay otro camino por fuera de enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres. En efecto, como todos sabemos, así como los más ricos necesitan certezas para invertir, la clase media y los más pobres deben habituarse e incluso disfrutar de la incertidumbre. Además, el primer paso para ganar más consiste en ganar mucho menos. Son principios elementales que muchas veces el ciudadano de a pie- que no ha tomado la precaución de nacer millonario- olvida y por eso nuestros economistas serios nos los recuerdan cada día. Es el famoso Plan Burundi: lograr la riqueza y equidad de Alemania con los sueldos y los impuestos de Burundi. Con timbreos y trabajo en equipo, se puede.

Las cientos de miles de personas que participaron de la multitudinaria concentración de sindicatos y organizaciones sociales en Luján bajo la consigna “Paz, pan y trabajo” no entienden que la fiesta de los sueldos y las jubilaciones por encima de la inflación debía terminar, como bien señaló Cristiano Rattazzi, otro de los entusiastas de Cambiemos que, como el Presidente, tomó la precaución de nacer millonario.

Esta semana leímos en la prensa seria que una cuenta offshore con 20 millones de USD a nombre de Carlos Wagner, titular de la empresa Esuco, demostraría que lo que sostienen las fotocopias de los Cuadernos del escriba Centeno es cierto. Es extraño, por lo general a quién se le descubre la plata es al coimeado, no al supuesto coimeador, como sería el caso de esta cuenta.

En todo caso, si entendemos bien, la cuenta de Wagner probaría la corrupción K, mientras que los más de 100.000 millones de USD blanqueados (que gracias a un decreto del Presidente incluyeron plata de sus amigos, socios y familiares), no prueba ninguna corrupción. Es un tema complejo.

En otro momento epifánico, Mauricio Macri le hizo llegar una caja de bombones y un ramo de flores a Christine Lagarde, con una tarjeta manuscrita que decía “Feliz Día, mamá”. La titular del FMI y actual mandataria de la Argentina tomó el simpático gesto con mucho humor, lo que fue interpretado por varios analistas serios como un gesto contundente hacia los mercados. Eduardo Levy Yeyati, un economista serio, habría afirmado que “la sonrisa de Lagarde podría acelerar la lluvia de inversiones, que se adelantaría varios semestres y podría llegar a mediados del octavo o incluso a fines del séptimo”. Otra Argentina es posible.

Todo lo que quieran pero ya no le tenemos miedo al censista.

Imagen: un oficial de La Cámpora maneja el robot de aumentar la inflación (gentileza Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED)