Editorial de #ConsensoYCoso del 23/02/22
Circula por las redes una foto de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, llevando una remera con la inscripción Nestorear. Este neologismo tiene tres acepciones:
1. Ante la adversidad, tomar la decisión más osada, práctica y beneficiosa para el pueblo.
2. Levantarse, volver a creer.
3. Utilizar la política como herramienta para transformar la realidad.
Es cierto que antes de la llegada de Néstor, nos habíamos olvidado que la política era una herramienta transformadora. Con el menemismo y sobre todo con la Alianza aprendimos a jibarizar nuestras expectativas y a conformarnos con sueños módicos. Debíamos limitar la política a una nada, a un destino de ONG que, según lo que nos aseguraban tipos serios que habían hecho estudios superiores, era irremediable. Ya que de eso se trataba, de destinos irremediables.
Néstor nos recordó que en política nada es irremediable, salvo la impotencia.
Alberto suele definir a Néstor como su modelo. Y la verdad es que ha nestoreado más de una vez, como cuando denunció en soledad el golpe en Bolivia y le salvó la vida a Evo o cuando, también en soledad, apostó por la vacuna rusa pese a la furia opositora.
Los dos años que quedan de gobierno, empezando por la negociación con el Fondo, que condicionará las próximas décadas, deberían inspirarse en aquel impulso del 2003, cuando tan poco esperábamos y tanto recibimos.
A nestorear, entonces.
Imagen: Dos oficiales de La Cámpora ajustan el dispositivo neocomunista zarista de control de mentes (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED)
Pues entonces que esperamos paaraa NESTOREAAARRR????
ES HOY Y ES AHORA..
ANDANDOOO…..