El Informe de la Semana

Termina otra semana
atípica durante la cual Majul no escribió un nuevo libro sobre los Kirchner,
Rosendo no descubrió un nuevo fin del ciclo kirchnerista y Caparrós no explicó
que el gobierno ¨le está dando miedo.¨ Con la
organización de la Cena de la MAK no tuve tiempo de verificar las marquitas
pero seguro que el fascismo avanzó un montón, ni siquiera hace falta que lo
consulte con Tomás Abraham.

Como siempre, la
semana fue trepidante. Ya no recuerdo si el drama es que no podemos importar
salmón, si estamos importando carne o si nos impiden exportar aceitunas. Lo que
sí está claro es el miedo al censista, la falta de monedas, la escasez de
yerba, la prohibición de importar libros y que todos nos vamos a morir por la
Gripe A.

Más allá de esos
temores casi permanentes, lo cierto es que vivimos un momento terrible,
inaudito, nunca visto: La tensión entre el gobierno federal y una provincia por
un reclamo sobre recursos. No recuerdo un conflicto similar, salvo tal vez
durante los gobiernos de Alfonsín, de Menem, de De la Rúa, de Duhalde y de
Néstor. En todo caso, con Onganía no pasaba.

Durante la semana
también nos enteramos que quienes exigen cadena perpetua para los trapitos,
pena de muerte para los ladrones de gallinas y eliminación de la libertad
condicional para los sospechosos morochos, se escandalizan por la pretensión de
juzgar a quienes desde el Estado secuestraron bebes y siguen perpetuando su
crimen cada mañana. Si el plan de apropiación fue sistemático y llevado a cabo desde el Estado,
es responsabilidad del Estado encontrar los 400 que faltan. El análisis de ADN
compulsivo a toda la población involucrada sería una medida polémica, compleja
y absolutamente criticable, además de efectiva. Casi tanto como lo fue el
juicio a las juntas o la reapertura de los juicios por DDHH.

En la España
franquista hubo cientos de apropiaciones. Pero no hubo energúmenos, jueces o
partidos que quisieran ¨mirar hacia atrás¨. Los políticos serios, de
esos que tanta falta nos hacen en este país poco serio, acordaron la impunidad
que permitió el Pacto de la Moncloa, ese que tanto promocionaban Terragno y
Duhalde cuando insólitamente alguien todavía los escuchaba.

En la Argentina la
falta de seriedad ha pasado de ser sólo una pésima política de Estado a
transformarse en una psicopatología gubernamental, cuyos efectos padecemos
todos pero sólo denuncian un puñado de periodistas tan serios como valientes.
Es por eso que el camino de la libertad es el que va del periodismo
inmobiliario de Lanata al periodismo psiquiátrico de Fontevecchia.

Por su lado La
Nación, que está a una columna de Pagni de convertirse en la revista de la
Asociación Argentina de Psiquiatría, considera, como Stalin, que quien no
apoya sus intereses está loco. Aunque insólitamente, y a diferencia de Stalin,
todavía no exige su internación.

Es la enfermedad
presidencial la que, como bien señala Sylvina Walger, impulsa esta
autocracia populista autoritaria de corte estalinista tardía, con rasgos
ceaucesco-polpotianos aunque mucho más berretas. 

Otros analistas
descubrieron que la muñeca que CFK mostró por cadena nacional (y que fue
fabricada en los talleres clandestinos de La Cámpora con la plata de los
jubilados, según descubrió Morales Solá) es de tela, como las muñecas con las
que jugaba Elena Ceaucescu en su infancia. Para pensar.

Algunos escépticos
resaltan el hecho inexplicable de que una presidenta bipolar, desequilibrada,
violenta y psicótica, que no escucha a su entorno y odia a sus gobernados,
pueda lanzar iniciativas notables de largo plazo como la reforma del código
civil y penal mientras sigue manejando la agenda política luego de 9 años de
kirchnerismo, cuando, por ejemplo, un presidente objetivamente equilibrado
como De la Rúa no pudo hacerlo ni durante su primera semana de gobierno y
dejó 30 muertos antes de escapar. Debe ser parte de la enfermedad.

Pero el periodismo
serio e independiente, la ¨última trinchera frente a la barbarie¨, no
sólo denuncia el evidente desequilibrio psíquico de la presidenta. También ve
lo que el resto no ve, incluso ve lo que todavía no sucedió o tal vez nunca
sucederá. “Los comercios están cerrando en la Ciudad de Buenos
Aires, otros adelantan vacaciones”, “Esto es
estanflación”, explican con objetividad Clara Mariño y Gustavo
Martínez Pandiani, periodistas independientes, mientras son entrevistados
por Redrado, economista apocalíptico también independiente.

Por su parte,
Alfredo Leuco, reedita el escalofriante ¨vamos a tener que importar
carne¨, mientras junto al economista independiente Gonzalez
Fraga, recuerda con afecto al mismo Néstor que denostaba con ahínco hasta pocas
horas ante de su muerte. ¨Hay una filosofía antiempresarial. Néstor no
era así¨, explica el economista independiente. ¨No, claro¨,
acota Leuco, periodista independiente.

Si algo
caracteriza a un periodista independiente es que llega a las mismas
conclusiones que los otros periodistas independientes. En ese sentido es
conmovedor ver como Leuco, Morales Solá, Bonelli y tantos otros periodistas
independientes no sólo comparten el mismo diagnóstico e incluso el mismo tutorial
de cara de preocupación (les sale igualita) sino que además todos esperaron que Néstor muriera antes de alabarlo.
Debe ser también una cuestión de pudor. 

Es conmovedor
también ver como Alfano acusa a Cristina de querer que Scioli “se
arregle con la plata que tiene”, objetivo que los medios siempre
exigieron a todas las provincias, o escuchar a Adrián Ventura preocupado por el
ajuste que siempre defendió y por el destino de Moyano que siempre criticó. En
estos casos, las malas lenguas, que desconocen la complejidad de los medios,
suelen hablar de  milagros kirchneristas.

Esa armonía entre
periodistas independientes permite que no haya discrepancias entre ellos. Nunca
veremos a Bonelli discutir con Alfano o Santillán refutando a Santo como sucede
tantas veces con las periodistas militantes Nora Veiras, Sandra Russo o Cynthia
Garcia que desconocen el diálogo y descreen del consenso.

Lanata, por su
parte y gracias a un complejo sistema de control de precios descubrió que la
inflación real no es la que publica el INDEK, algo que mi tía Chola descubre
cada mañana. 

Un día la gente se
va a dar cuenta que a Lanata lo banca el gobierno. 

Por suerte, la
seriedad de este país poco serio no sólo depende de los siquiatras, analistas,
periodistas y operadores independientes sino también de los economistas y
futurólogos independientes que nos ayudan a entender una realidad tan crispada
como compleja.

¨Hoy domina la
política¨, explica Gonzalez Fraga, economista independiente al
que no se le escapa una, antes de enunciar las dos clases de retenciones que a
su entender aplica el gobierno: las ilegales y las supuestamente legales.
Muy bueno.

Sin la ayuda
de los expertos independientes es difícil entender cómo podría desacelerar
una economía cómo la nuestra, que hace 9 años que está frenada o como nos
puede ir menos bien si nunca nos fue bien. Tampoco es fácil entender la
incidencia de las condiciones externas o el milagro de las jubilaciones
inagotables. Pero una vez que lo explican con lenguaje sencillo, es realmente
sencillo: Las condiciones externas sólo son determinantes para la Argentina
cuando son buenas. Si la Argentina crece al 8% es gracias al viento de cola,
mientras que si crece al 1,5% es por culpa del gobierno. 

Con respecto a la la
plata de los jubilados, antes no alcanzaba para nada mientras que hoy
financia todos los proyectos delirantes de este gobierno polpotiano y eso está
mal. Debemos volver al sistema anterior.

Sin una
explicación independiente de un experto independiente, cualquiera podría creer
que los empresarios del campo se la llevan en volquete. Es todo lo contrario.
Si todo sigue así, el año que viene vamos a tener que importar sojeros. Por
eso, como sabemos que es hora de poner el hombro, la MAK reitera la oferta de
comprar las propiedades rurales al precio de la valuación fiscal para quitarles
a los empresarios ese pesado fardo.

Pero no sólo hay
explicaciones luminosas sino también valorables autocríticas por parte de los
economistas independientes que elogian sin parar a un país serio como Brasil,
que desde hace 30 años se dedica a hacer exactamente lo contrario de lo que ellos
aconsejan.

Autocríticas que
también nos llegan desde la izquierda químicamente pura que luego de
defender el derecho de todo ciudadano a comprar dólares, ahora denuncia ¨la
crisis fiscal¨. Sus camaradas españoles y griegos se preguntan si sus paises
podrían padecer nuestra misma crisis fiscal, al menos un par de años.

Lo cierto es que
la Argentina es tan poco seria que ni el apocalipsis que desde hace 9 años
anuncian nuestros economistas independiente se anima a venir. Así no hay
pronóstico que aguante.

Mientras tanto, la
guerra desatada por el gobierno contra los medios independientes llegó a
niveles insospechados. La discrecionalidad de la pauta oficial, sumada a la
crisis fiscal descubierta por los seguidores de Kropotkin, hizo que Julio
Bárbaro y Néstor Pitrola temieran que TN les pagara el aguinaldo en cuotas.
Adrián Ventura habría denunciado la falta de ayuda del gobierno nacional y la
voluntad de CFK de que TN también ¨se arregle con lo que tiene¨. ¨Como al gobernador
Scioli, la presidenta nos castiga por pensar distinto¨, aseguró el conocido
operador independiente.

Las dificultades
de los medios se suman al fracaso de su rama política de estar a la altura de
lo que espera la gente decente, para retomar una expresión muy
usada por Roy Cortina y mi tía Chola. Las divisiones internas entre
los ¨ahoranoeselmomentistas¨ y los ¨porquénolohicieronantistas¨ impiden
consensuar una propuesta común.

Para lograrla,
varios dirigentes han empezado a elaborar ideas nuevas y discursos originales.
En la Escuela
de Formación de Dirigentes de la universidad del CEMA, por
ejemplo, López Murphy, ex efímero ministro de la Alianza que lanzó la
flexibilización laboral e intentó disciplinar el ¨desmedido gasto de las
provincias¨, se preocupa por el sindicalismo y las provincias: “El
gobierno quiere avanzar sobre el sindicalismo para enfrentar la crisis que se
viene y hace lo mismo con el avasallamiento de las provincias que las llevó a
una situación de esclavitud hacia el poder central”. Otro milagro
kirchnerista.

Preocupada por
este vacío de ideas, la MAK apoyó la campaña ¨Por una derecha con
biblioteca¨ del amigo Manuel Barrientos y relanzó la suya:
¨Por un opositor lúcido¨. En poco tiempo recibimos varias
adhesiones entusiastas, como la de Esteban Bullrich, un bibliófilo convencido
que nos mostró con orgullo un libro de Ari Paluch y el Manual de Word 2010.

La UCR, por su
lado, ha lanzado una nueva y potente modalidad de lucha, también relacionada
con la palabra escrita: La oposición cartelera. Al legítimo reclamo de
¨queremos preguntar¨ se le suma el no menos legítimo ¨queremos
imprimir¨. Para pensar.

Lo peor del
gobierno es que se vanagloria de sus logros. La oposición en cambio nunca lo
haría, aún si los tuviera. Es más, cómo señala el amigo Nestorinox,
hace todo el esfuerzo para no caer en la tentación de vanagloriarse de sus
logros, evitándolos.

La rama civil de la oposición también busca su destino, al parecer esquivo. El Cacerolismo
Boutique, que se transformó en Cacerolismo Balconista estaría mutando por
razones climáticas en Cacerolismo por Skype. Ya no sería necesario ocupar
la Plaza, sino que alcanzaría con ocupar el living.

Nuestra ONG Indignados se suma a esa búsqueda y siempre atenta a apoyar lo bueno, criticar
lo malo y buscar las soluciones adecuadas, propone para relanzar el cacerolismo
en cualquiera de sus vertientes, un nuevo y potente slogan: ¨¡Renuncie, alguien!¨.

Otra explicación
sobre el fracaso de la oposición es la que sostienen algunos especialistas: Que
alguien, tal vez el INVAP con la plata de los jubilados, la haya hackeado y que
la oposición no sea la oposición sino un fake. Otros, más probablemente,
sostienen que la oposición es en realidad una cinta de Moebius.

Pero el gobierno
no sólo amedrenta a los medios o a la oposición. Hoy existe una gran
preocupación en las empresas de telefonía celular: ¨Si el gobierno obliga a
los bancos a dar crédito, mañana puede obligarnos a dar servicio.¨ 

Por último, me
dicen que no se puede ajusticiar a Diego Torres, ni prohibir Color Esperanza.
Este país se desintegra por falta de voluntad política.

Nota: Nos informa Altamira
que sigue buscando la columna de un millón de militantes del PO que se extravió
justo antes de llegar al acto de Moyano. Gratificará devolución.

Foto: En su despacho de
la Casa de Gobierno, Zannini critica el Informe de la Semana antes de ser publicado.
Adelante a la izquierda, nuestro Maestro de Luz Elbosnio escucha, algo
preocupado (cortesía servicio fotográfico Ministerio de Propaganda y Control
Doctrinario)