Notas

678 y los sanitaristas asesinos

By 30 abril, 2020 6 Comments

A mediados del 2019, durante la campaña electoral, Alberto Fernández afirmó: “Para mí la guerra con el periodismo se terminó. En esa no caigo porque nunca estuve. Que queden como unos locos que siguen disparando”.

En uno de sus últimos editoriales, el ineludible Jorge Fernández Díaz señaló con visible angustia que “van a salir asesinos, asaltantes y violadores, ese es probablemente el plan (…) hay una cantidad impresionante que ya recuperó la calle”. Participaba así del último Nado Sincronizado Independiente (NSI) de nuestros medios serios, esta vez referido a la liberación masiva de presos propiciada desde el Ejecutivo nacional, una calamidad que no por imaginaria deja de ser atroz.

Fernández Díaz agregó que “nos van a sacudir con impuestos a morir, ¡a morir!”, se enfureció porque los alumnos de la escuela Carlos Pellegrini dialogaron con Amado Boudou y denunció lo que considera ser “el gobierno de los sanitaristas”, lo que prueba que un periodista serio puede operar en varios terrenos a la vez. Sólo faltó que lamentara la llegada de médicos cubanos, aunque probablemente lo haya señalado en el editorial anterior o incluso en el próximo. En todo caso, a la vez que está controlado por los sanitaristas, el gobierno busca asesinarnos con criminales liberados de las cárceles. Se trataría del asombroso gobierno de sanitaristas asesinos.

Fernández Díaz fue acompañado por casi toda la plana mayor de nuestros periodistas serios, como Eduardo Feinmann, Jonatan Viale e incluso Luis Novaresio, quien en Animales Sueltos profesa la misma ignorancia extrovertida del recordado Pauta Fantino pero con una pátina de letrado de escribanía que lo hace único. Así como todos denunciaron el proyecto de impuesto a las grandes fortunas, todos se indignaron por la excarcelación de presos en plena pandemia, una medida sanitaria decidida por jueces y tribunales, que ellos endilgaron a la malévola ideología del oficialismo. El apasionado ímpetu mediático logró su correlato en cacerolazos en algunos barrios acomodados de Buenos Aires.

El episodio esta vez logró superar la paciencia de Fernández, quien le dedicó un largo hilo desde su cuenta de twitter, su red social preferida. Concluyó lamentando “la conducta de quienes en circunstancias tan cruciales como los que vivimos, muestran su poco apreciable condición humana intranquilizando a la sociedad en momentos en que precisamente más necesita ser contenida.”

Que el Presidente tenga que desmentir una operación mediática no es una buena noticia. Del lado de enfrente de la grieta sobran soldados japoneses para seguir disparando. Cada uno lo hace a su manera, con formas elementales o mesuradas, con un lenguaje cavernícola o estilo florido, pero la coreografía sale bien igual.

Durante el gobierno de CFK existía un programa en la TV Pública que se dedicaba, entre otras cosas, a hacer explícita esa coreografía. Con humor nos enseñaba el Nado Sincronizado Independiente (NSI), ese maravilloso sistema que permite que un montón de periodistas independientes llegue a la misma conclusión pero de forma independiente. Se llamaba 678 y sus integrantes pagaron caro el habernos mostrado los trucos del mago de los medios. Fueron denigrados durante el debate presidencial del 2015 entre Mauricio Macri y Daniel Scioli (“¿Daniel, en qué te has transformado? Parecés un panelista de 678” ) y todos perdieron su trabajo durante el gobierno del diálogo y coso.

Lo más extraño es que también fueron criticados de este lado de la grieta. Era de buen tono mencionar con cierto fastidio su falta de objetividad, como si un programa tuviera la obligación de contener todas las opiniones, como una especie de Aleph de la información. En realidad, el pluralismo se obtiene con la sumatoria de programas diferentes, no con el universo concentrado en uno.

La anulación de la Ley de Medios y la aceptación de la fusión Cablevisión-Telecom, “la hipérbole de la concentración de las comunicaciones tradicionales (medios y telecomunicaciones)”, según Martín Becerra, fue el legado de Cambiemos que inclinó aún más la cancha del mercado audiovisual y otorgó una ventaja inaudita a quien dispone de esa posición dominante.

El periodismo de guerra no se explica por la “poco apreciable condición humana” de quienes lo ejercen ni por unos cuantos soldados locos que disparan al aire. Es un instrumento racional- logrado a fuerza de presiones sobre el Estado para modificar regulaciones y leyes- utilizado por nuestro establishment para defender ciertas ideas que suelen empobrecer a muchos y favorecer a unos pocos.

No es un problema ético sino una forma de hacer política sin padecer el desgaste electoral y es como tal que el gobierno debería analizarlo.

Imagen: Un grupo de sanitaristas asesinos confecciona barbijos envenenados (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED)

Dejar un comentario 6 Comments

  • Carlos Maqueda dice:

    Muy buena la reivindicación de 678 en el rol de desmantelar las operetas de nuestros periodistas serios…

    • Rinconete dice:

      Sus integrantes pagaron un precio muy alto por participar en el programa y creo que nunca fueron reivindicados como deberían. En un medio audiovisual en donde los medios podían impunemente acusar de narco a Aníbal Fernández, de chorra, asesina o bipolar a CFK o repetir que se robaron un PBI, 678 era denigrado por faltar a la verdad objetiva…

  • Joaquín de Rosario dice:

    Es que los periodistas son independientes, pero o casualidad los sobres provienen de la misma caja. Héctor con sus amigotes los 15000 que caerían en el ‘maldito impuesto’ del 1 al 3 % le declararon la guerra a Alberto, y me parece perfecto, xq este es el momento para ver si el capitán juega para el equipo (el pueblo) o juega para la tribuna (ellos). Veremos con el pasar de los días como se desarrolla el partido, (ellos) son capaces de meterse a la cancha para terminar el partido, así que hay que tener un mínimo de cuidado. Así como hacen cacerolear a los antipatrias de siempre son capaces de hacer peores cosas y con actores más fuertes, en eso estamos todos de acuerdo, no?. Con actores mas fuertes me refiero a personal de seguridad nacional(gente armada), que vi y escuché bocinear ayer en Rosario, increíble. En fin, pido disculpas por mis comparaciones futbolísticas pero creo que a veces viene bien para reflejar lo que nos sucede, en cualquier tema. Abrazo y a seguir defendiendo el proyecto, no quiero otro Macri, nunca más.

    • Rinconete dice:

      Es un problema político, la cancha de los medios inclinada hacia un sector específico de la sociedad, que debería solucionarse políticamente. Veremos…

  • Angie dice:

    Te faltó nombrar a Felicitas. Excelente.nota.