El Informe de la Semana (el antikirchnerista emocional)

Plotkyn

Habría que preguntarle a
los revolucionarios de 1810 por qué no lo hicieron en 1805.

Carlos Heller

Termina otra
semana atípica en la que Majul no escribió otro libro sobre los Kirchner, la
Mentalista no escribió a las embajadas pidiendo que nos invadan y CFK no invadió Polonia.

Como hice las
marquitas con uno de los crayones de mi hijo, la lluvia las borró y no pude verificar si el fascismo
avanzó en estos días. Voy a tener que llamar de nuevo a Tomás Abraham para
preguntarle.

Una semana
trepidante que se inició con el escándalo de las calzas presidenciales, un
hecho de una violencia tal que ni Onganía se hubiera atrevido a hacer. Como
señaló con justo encono Julio Bárbaro, Perón nunca usó calzas. Massa, por su lado, se comprometió ante escribano público a nunca ponerse unas si era
elegido presidente y Lanata calculó que en la bóveda de Sumbudrule podrían
caber hasta 12.000 de esas prendas, generando el primer incómodo silencio
oficial de la semana.

El escándalo de las calzas se agudizó luego con el escándalo de la entrevista que Jorge Rial le hizo a CFK. Como todos sabemos, que la presidenta de entrevistas es casi tan escandaloso como que la presidenta no de entrevistas. En particular cuando el entrevistador, como en este caso, evita tratarla de nazi bipolar y chorra, lo que prueba que la entrevista estaba arreglada. 

También conocimos
gracias a la oposición siempre alerta, los nuevos atropellos oficiales: el presupuesto
dibujado y la emergencia económica, iniciativas que servirían según el amigo
Manuel Garrido para “gastar sin control”. No podemos más que acordar con el joven
Padawan de Gil Lapiedra. Nosotros también recordamos con nostalgia la época de
oro de la Alianza en donde un presupuesto serio permitía gastar menos de lo
presupuestado.

En todo caso,
volvimos a sentir con cierta vergüenza que comparadas con las de sus
predecesores, las calamidades kirchneristas son siempre de cabotaje.

Esta fue una semana también atípica ya que cuatro años después
de la primera sentencia, se dictó la prisión firme al padre Grassi, víctima de
una confabulación judicial por su apego hacia los jóvenes. Como ya lo
explicamos muchas veces, nunca hubo abuso ya que abuso es cuando uno no quiere
y el Padre siempre quiso. En todo caso, muchos ateos criticaron el silencio de
la Iglesia sobre este tema, pero lo cierto es que frente al castigo atroz que
Grassi recibirá el día del Juicio Final, toda condena de la Iglesia es poca.
Por eso, razonablemente, se abstiene.

También supimos que salvo el
incendio del Templo de Artemisa de Efeso, que no parece ser de su
responsabilidad directa, todas las calamidades son culpa de La Cámpora. Aunque
nadie puede negar que Eróstrato era joven, como los militantes de esa polémica
agrupación. Para pensar

Durante estos días pudimos ver como la oposición
independiente empieza a definir el país que viene, con diálogo, consenso,
tolerancia y diálogo, pese a que algunas malas lenguas
explicaron que si la Ancha Avenida del Medio viene con Buzzi, Redrado y
Reutemann es una gran invitación para ir por la angosta vereda del costado. Junto
a esas caras nuevas de la política nacional, Massa llamó a “sacarle el freno de
mano al campo”. En la MAK apoyamos ese más que razonable  deseo aunque nos siga sorprendiendo lo mucho
que creció el campo con el freno puesto. Sin duda es otro de los tantos Milagros Kirchneristas.

Con respecto al Cuarto Movimiento histórico nacido en Tigre,
supimos que luego de crear el kirchnerismo, el nestorismo y el
postkirchnerismo, Alberto Fernández sería el fundador del massismo. Este
muchacho es uno de los imprescindibles.

Esta semana nos enteramos que así como hasta hace unos años
era un grave error inmovilizar 50.000 millones de dólares en reservas, hoy es un error aún más
grave usarlas. De la misma manera escuchamos a entusiastas de
Cavallo destacar la potencia industrial de Brasil. Nuestra realidad es
trepidante.

Seguimos esperando a la Nueva Política. Graciela Ocaña y Daniel
Amoroso, sus representantes en este valle de lágrimas, nos explicaron que está un poco atrasada pero que
ya va a llegar.

Atormentado por la pobreza, Binner decidió romper el
silencio y denunciar con valentía sus verdaderas causas: los bolivianos,
chaqueños y demás extranjeros que abusan de la buena fe socialista. El Mormón
de Rafaela tiene razón. Esa gente después tiene hijos que aportan votos de mala
calidad, como los que suele detectar Pino.

Además de haber agregado a los afiches sonrientes, las
sonrientes caras de Sturzenegger y Laurita Alonso, el PRO ha decidido lanzar
una serie de declaraciones valiosas. El amigo Petrella, por ejemplo, explicó querer que Argentina sea Finlandia. Como su partido apoya la presión fiscal de
Burundi no parece fácil lograrlo, pero confiamos en él. 

Por
su lado, Mariú Vidal, entusiasta del diálogo y de la búsqueda de consensos, se
vanaglorió de que su partido “nunca votó un proyecto K” y lo definió
como “la única oposición verdadera”. Al final, luego de explicar que el PRO es un “espacio amplio en donde todo se decide conversando”, explicó que en las elecciones ella iría “en donde Mauricio me pida”.

Frente
a esa ruda competencia interna, el rabino Blumberg decidió dar un gran golpe de efecto: el simpático aforista de kipá jamaiquina ofreció regalar su famosa
pochoclera. Otra Argentina es posible. 

No
sé si los chicos y chicas del PRO pueden gobernar además de reír en los
afiches, pero es innegable que generan mucho entusiasmo.

Patio
Bullrich y Amadeo, el peronista blanco, denunciaron el “pensamiento detrás
del presupuesto” en un sincero homenaje al Santo Oficio, una institución
que deberíamos reflotar para combatir no sólo los pensamientos escondidos
detrás de las leyes sino las intenciones satánicas que nuestros gobernantes ocultan.

La
ex presentadora Silvana Giudici junto a su coso Led dio a conocer el “índice de
censura Moreno”. A veces pienso que no conocemos a fondo lo mucho que hace esa incansable luchadora con su coso Led y siento mucha impotencia, pero
por suerte enseguida se me pasa.

En
estos días la UCR, que acusa al FPV de ser monolítico y verticalista, expulsó a
un diputado radical por no serlo. Magia y Buen Humor en clave radical. Mientras
tanto, Mario Barletta, humorista santafesino, acusó al kirchnerismo de querer
más poder. Un deseo sin duda asombroso para un radical.

Ricardito
Corazón de Ratón decidió presentar un valiente proyecto para prohibir las candidaturas
testimoniales, otra iniciativa notable. Algunas malas lenguas le recomendaron
aprovechar y presentar un proyecto de ley para obligar a los radicales a
terminar sus mandatos. Aunque a decir verdad, para que no se repitan los
gobiernos que no terminan sus mandatos, el León de Chascomús debería presentar
un proyecto para que se prohíba la UCR.

Prat Gay, luego de proponer eliminar las retenciones, tomar
deuda y dar garantías al capital privado para que invierta, se opuso al acuerdo
con Chevron. Un jugador de toda la cancha. En esa misma
línea, con Tumini todavía no acordaron si al llegar al poder lanzarían la
Reforma Agraria o primero bajarían las retenciones o
si hay que arrancar nacionalizando las fábricas o tomando deuda con el Fondo. Para
tranquilizar a la militancia, siempre proclive a quedarse atrapada en viejos paradigmas del pasado, Tumini y Donda aclararon que la deuda que
tomarían con el Fondo “no es como en los ´90”. “Es más, acordamos
con Alfonso que iría a Washington sin corbata”.

En todo caso, tenemos la reducción de retenciones compensada
con deuda que propone la derecha o la reducción de retenciones compensada con
deuda que propone la izquierda. Podemos elegir.

Para
algunos, la izquierda que pide bajar impuestos y eliminar retenciones es, junto
a la pizza con palmitos y salsa golf, uno de los más asombrosos inventos
argentinos. Nos parece un poco exagerado.

Gracias a Dios, además de tener una oposición independiente
que lucha cada día por una Argentina con diálogo, conferencias de prensa y
salmón, contamos con operadores independientes que la apoyan.

Como Luis Majul, cuyo fino humor se percibe cada vez que se
presenta como periodista.

O como Jorge Lanata, quien nos explicará el próximo domingo con
lágrimas sinceras, como Clarín tuvo que aceptar Papel Prensa bajo las amenazas
de Videla. Hablando de eso, si los entusiastas de Lanata que hacen fuck you no consiguen
la reconciliación de los argentinos, creo que
deberíamos dejar de buscarla.

Esta semana nos sorprendió que La Nación sólo señalara lo
obvio, es decir que “muchos hacen equivalencias con el final de 2001, y hay muchas”, sin comparar a CFK con Hitler, Stalin o Atila. No descartamos
que el miedo, o incluso el miedo a tener miedo que padece Campanella y tantos
otros, explique esa cautela.

Pero
la libertad no sólo peligra en este violento país que genera miedo al censista
y prohíbe el salmón. En Francia, François Hollande criticó duramente al diario
Le Figaro por no ser imparcial y responder a los intereses de su propietario
(“¡C´est la crispation!”) mientras que en Chile, el dueño de El Mercurio es investigado
por complicidad con la dictadura pinochetista, noticia que por un involuntario error el propio Mercurio olvidó de mencionar.

En
este último caso, a la indignación por el polémico embate a la libertad de
prensa se suma nuestro asombro por ver como Chile, un país serio que miraba
hacia delante y era un ejemplo para todos (desde FerIglesias, experto en globalización hasta Sturzenegger, experto en megacanjes), ha decidido hacer como
nosotros y mirar hacia atrás. Dolor Ancha Avenida.

Esta
semana, en un debate de candidatos volvió el doloroso tema de la
inflación. Es extraño, nadie sabe exactamente cual es ese índice pero todos
acuerdan que los aumentos de salarios están por encima. Sin duda, otro de los
Milagros Kirchneristas. En todo caso, recordamos épocas no muy lejanas en las
que un irrefutable índice de inflación permitía calcular con precisión las
reducciones de salarios y jubilaciones.

Para avanzar en la transparencia ciudadana, La Nación
presentó con comprensible orgullo una nueva aplicación que permite acceder a
las declaraciones juradas de los políticos. Sin duda hará lo mismo con sus
accionistas. En todo caso, en la MAK creemos que con TRANSPARENCY,
ACCOUNTABILITY, PARTICIPATION y otros Open Government Standards, en una semana deberíamos
ser Noruega.

En estos días Alfredo Leuco nos alertó sobre la permisividad de los padres y sus nefastas
consecuencias para el país. Alguien tenía que decir basta y al parecer le tocó a nuestro
Séneca de peluquería.

Inspirada
por Alfredo Leuco como Hola Soy Ernesto que recomendó el artículo, mi tía Chola
le preguntó a Fontevecchia si ella también podía ser columnista de Perfil. Creemos sinceramente que tiene un lugar entre tanto columnista notable.

Uno
de los mayores talentos de nuestras corporaciones es lograr el apoyo entusiasta
de quienes padecen sus posiciones dominantes. Entre sus víctimas predilectas se
destaca el antikirchnerista emocional, persona que defendería a Freddy Krueger
con el mismo ahínco con el que defiende a los Fondos Buitre si el simpático
asesino con sombrero tomara la precaución de criticar a CFK.

El
antikirchnerista emocional pasa de Mi Pequeño Pony a Torquemada en una misma
frase. Pide que dejemos de mirar el pasado mientras nos explica en detalle las
calamidades que los Kirchner hicieron en los ´70. Es, como señala más ampliamente nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Savonarola de los políticos y el Farinello de los poderosos.

Sabe
que Boudou es un chorro y que Herrera de Noble encontró a sus hijos adoptivos
en una canasta. Para él, la presidenta de Clarín es nuestra Oskar Schindler.
Salvó a dos bebes y a una fábrica de papel.

El
antikirchnerista emocional siente que tiene las responsabilidades de un
accionista de Clarín aunque no tenga ninguno de sus derechos. Para él, Mujica es mejor que CFK por ser más pobre, pero CFK
no es mejor que Piñera por ser él más rico.

El antikirchnerista emocional se queja de los impuestos que
paga y sueña con países serios en donde pagaría mucho más.

En el futuro diario de mi tía Chola, el escritor Martín Kohan propuso una notable crítica
del kirchnerismo. Citó a Borges, a Barthes, a Flaubert, a Lukács, a Hayden
White, a las Sagas Islandesas y a Emma Zunz. Sólo faltó la crítica del
kirchnerismo.

Un hombre refinado que juzga a Flaubert por sus novelas y no
por sus intenciones no parece otorgar a los políticos la misma prerrogativa. La
cohabitación de una cierta sofisticación literaria con un obcecado
analfabetismo político no parece ser un caso aislado.

Pudimos leer a otro humorista, Carlos Altamirano, que nos explicó que si bien “mejoró la distribución del ingreso,
se redujo la desocupación y hubo planes de inclusión previsional positivos, al
mismo tiempo se han dejado escapar oportunidades de consolidar este proceso
socioeconómico”. Es decir que lo más criticable de un gobierno criticable es
que no lograría perpetuarse. Como señaló el amigo Escriba,
Altamirano además nos enseña que así como el Grupo Esmeralda, que apoyaba a
Alfonsín, era bueno, Carta Abierta, que apoya a CFK, es malo. Es cierto que no por
no haber existido, el paraíso alfonsinista debe dejar de invocarse.

En estos días aprendimos también gracias a La Nación que la
reelección de Merkel es un “triunfo histórico”, mientras que la reelección de
CFK significó “una democracia carente de equilibrios”. Ocurre que a diferencia
de CFK que es obcecada, Merkel es tenaz. Además, como lo señalara el teledoctor
Castro que pudo hacerle un diagnóstico a distancia, Merkel no sufriría del sindrome de Hubris. Algo que nos tranquiliza mucho. 

De la misma forma, como señaló con crispación y sin ningún
consenso CFK, del “histórico diálogo EEUU-Irán pasamos al diabólico diálogo
Argentina-Irán”. Creemos que esa no es la manera de tirar todos para el mismo
lado como nos pide la gente.

En EEUU, la oposición republicana intenta concretar el sueño del Grupo A, reemplazar al Ejecutivo, y por el momento ha logrado paralizarlo. Obama al parecer no ha elegido tampoco tirar para el mismo lado, como nos pide la gente, sino todo lo contrario.

La Ancha Avenida del Medio no parece tener el encanto que pensábamos.

Por culpa de este gobierno, afuera se nos cagan de risa y gracias a la
oposición, nos cagamos de risa adentro.

Foto: En el pabellón Presidente Máximo Kirchner del cuartel general de La Cámpora, Carlos Zannini controla el Informe de la Semana antes de ser publicado. (cortesía Fundación Led para el Desarrollo de la Fundación Led)