El Informe de la semana

Termina
otra semana atípica durante la cual Majul no escribió un nuevo libro sobre los
Kirchner, el doctor Gil Lapiedra no denunció una nueva crisis institucional
grave y el dúo cómico Romero &
Gargarella no descubrió un nuevo pueblo
autodeterminable. 
Según mis marquitas el fascismo no avanzó, pero como
las medí con el centímetro que tenía mi tía Chola en su costurero, no me puedo
fiar de la medición. Lo voy a tener que llamar a Tomás Abraham.


La
semana empezó de manera trepidante, como ya es costumbre bajo este gobierno polpotiano que no da
conferencias de prensa. Durán Barba fue procesado
por haber sometido a
engaño a la ciudadanía durante el proceso electoral del año pasado, lo
que le generó una gran preocupación a Horacito Rodriguez Larreta que inició una
ronda de consultas con asesores para saber si su insólita condición de no procesado
podía perjudicar su futuro dentro del PRO. 


Los
abogados del conocido asesor ecuatoriano argumentaron que si bien sostener que
Macri es capaz de gobernar fue una exageración de su cliente, no se trataría
técnicamente de un engaño ya que la impericia del Jefe de Gobierno era de público conocimiento. Por su parte, los medios aplicaron la regla de oro que indica que un kirchnerista sospechado prueba la
culpabilidad kirchnerista mientras que un opositor procesado, también.

La
propuesta de Zannini de aprovechar el procesamiento de Durán Barba para anular
la autonomía porteña y nombrar a Filmus intendente vitalicio no tuvo la aceptación
esperada. Sin Néstor, el kirchnerismo languidece por falta de audacia.

Siguiendo
la senda trazada por otra dirigente de izquierda, Vilma Ripoll, que desde la
Brioche Dorée de la Rural defendió el derecho de los más ricos a seguir
siéndolo y preocupado por la dificultades crecientes que padecen los
trabajadores, Humberto Tumini defendió el derecho de cada argentino a comprar
dólares, algo que Kropotkin hubiera sin duda apoyado, mientras Pitrola
explicaba que este no es un gobierno de izquierda al teledoctor Castro, que
ponía cara de preocupado.

Algunos
sostienen que la izquierda argentina es un invento de la CIA para desprestigiar
a la izquierda argentina. Nosotros pensamos más modestamente que es inútil
intentar burlarse de ella ya que sus dirigentes lo logran con mayor facilidad y
gracia.

Fastidiado
por la falta de resultados, el oficialismo ha decidido dejar de tercerizar la
oposición en la oposición para ocuparse directamente de este tema. El responsable
de llevar a cabo la tarea fue Hugo Moyano, que en poco menos de un día logró la
proeza de eclipsar al resto de los opositores. Los medios, con una elasticidad
que ya quisiera Valentinov,
descubrieron que no era el energúmeno que denunciaron hasta ayer sino la
reencarnación de Thomas Jefferson, un defensor de la libertad que con la
desinteresada ayuda de Bonelli que ofició de teleprompter, pudo explicar en
directo desde TN todas las calamidades que este gobierno hizo, hace o
hará. 

Fue
así como Melconián, Pitrola, Alberto Fernández, la presentadora
Silvana Giúdici, Pando, Morales, Luisito Barrionuevo, Micheli de la CTA
Azopardo, Patio Bullrich y muchos otros muertos vivos desfreezados por TN
apoyaron a Moyano, un siniestro burócrata sindical, violento, corrupto y para
peor, peronista. Otro milagro kirchnerista. 

Incluso Quintín llamó a marchar junto al ahora respetado líder, lo que tal vez incite a su cuñado a volver de España. 

Si
CFK se opusiera al aborto, es probable que Bergoglio y Maru Botana exigirían su
despenalización.

Lo
que para algunos, algo exageradamente, fue un intento de golpe de Estado, para
otros fue sólo un diálogo entre dos dirigentes (“This is
not a blockade. This is President Kennedy communicating with Secretary
Khrushchev!”, afirmaron, también
algo exageradamente). 

Muchos liderazgos surgieron durante el conflicto. Como el
de Pablo Moyano, que algunos acusan de ser un invento de su hermano Facundo
para ganar adeptos, o el del gobernador Scioli que desde Italia aconsejó ser
prudente, un consejo a la altura de Macri que sostuvo la importancia de
escuchar al otro o de Horacito Rodriguez Larreta, el Churchill del Grupo
Sophia, que descubrió que ¨la situación
tiene connotaciones políticas¨. Claudia Rucci sostuvo por su lado
que frente al conflicto, el gobierno se derechizó. Debería ser una buena noticia
para ella y sus amigos.

Luego de escalar el conflicto, el dirigente gremial decidió volver
atrás, lo que nos hizo dudar sobre la publicación en 678 de las filmaciones de Moyano
invadiendo Polonia con sus camiones o traficando esclavos en el siglo
XVIII.

La realidad es trepidante, por lo que hoy no sabemos si este
enfrentamiento nos permitirá un recambio con la sangre joven
de un Lescano, la probidad de un Luisito Barrionuevo, la combatividad de un
Venegas o la transparencia de un Pablo Micheli y su CTA Azopardo. Es en
momentos así, de extrema tensión, cuando uno lamenta no tener un jefe de Estado
como Cobos, como Mauricio, como Ricardito, como Stolbizer o Hermes. 

Por lo pronto mientras algunos valientes reclaman por twitter que
Facundo Moyano devuelva su banca, soñando con obtener para el FPV la pureza
ideológica de un monobloque zamorista y también su vigor electoral, la
oposición se pregunta si pasada la catarsis oficialista, puede volver a
ocuparse de la oposición o si debe esperar unos días más.

La Heidipolitik,
que denuncia la acumulación de poder y sugiere la conveniencia de equilibrar al
Ejecutivo con una mayoría opositora en el Congreso, recibió desde Paraguay una
gran lección. Un presidente sin partido, sin tropa propia y sin ese poder que
tanto asusta a Tenembaum y a mi tía Chola, es víctima de un juicio político Speedy
Gonzalez, cuyas conclusiones, algo apuradas, no parecen querer esperar ni
ser influenciadas por las eventuales pruebas.

En un rapto de fino humor, el ex vice devenido presidente express prometió ¨un
gobierno incluyente, amplio, pluralista, abierto, participativo¨, y un día
después demostró cuan pluralista lo quería al pedirle ayuda a Lugo para calmar
a los escépticos que desde la UNASUR parecían descreer de las virtudes de la
velocidad. 

Mientras completaba su claringrilla y terminaba un simpático
servilletero en crealina, Cleto Cobos, ex futuro presidente, se preguntó qué
hizo mal.

Pero Durán Barba, Moyano y Speedy Franco lograron ocultar el verdadero
drama de la semana, el conflicto de Radio 10, en donde se juega el futuro de la
libertad. Por de pronto, Longobardi explicó que los periodistas deben ser
independientes de los accionistas de los medios. Un nuevo milagro kirchnerista.

Desde Miami, Andrés Oppenheimer les explicó a Oro, a Eduardo Feinmann y
al nuevo Longobardi que critica a los accionistas, que no habría lugar para
todos en el Herald. ¨Tendrán que atrincherarse
en Radio Mitre hasta que logremos armar el juicio político¨. Se sigue
persiguiendo a la prensa y nosotros hablamos de Fort. Así nos va.

Alberto Fernández, que está escribiendo la biografía de Alberto
Fernández, persona con quien tiene un trato privilegiado, nos contó algunas
anécdotas: ¨Alberto fue quién convenció a Néstor de estudiar derecho y
pelear la intendencia de Río Gallegos. Kirchner no quería saber nada…¨.
También nos habló de los orígenes de la fértil colaboración: ¨El Movimiento tenía que llamarse albertismo,
pero viste como es Alberto, no le gusta figurar. Al final quedó kirchnerismo.¨
Un raro ejemplo de modestia y hombría de bien en una época de egos
desenfrenados.

Pero pese a tanto desengaño y tanto dolor, no todo está perdido. Volvió el Grupo A: “Por el diálogo, la amistad cívica, los consensos,
los acuerdos, el debate y la concertación”. Sólo les faltó
apoyar la felicidad y los días soleados. 

Volvió el Grupo A, volvió la magia.