La República Deshidratada

A raíz de un viejo conflicto relacionado con algunas facturas impagas, la empresa IVESS no realizó la habitual entrega de bidones de agua en las oficinas de Clarín.

Con buenos reflejos, Hector Magnetto ordenó que se anulara la edición del día siguiente y convocó a todos sus gerentes, incluyendo a la vocero de la empresa, diputada Silvana Giudici.

El CEO del grupo acusó al gobierno de ¨estar detrás de esta vil maniobra de desabastecimiento, ya que nadie ignora que IVESS abastece a la casa de gobierno y que tanto Moreno como Moyano e incluso Máximo Kirchner suelen acompañar sus almuerzos con agua mineral.¨

Inmediatamente la ¨vil maniobra¨ fue denunciada por cadena nacional. Maria Laura Santillán anunció preocupada una ¨vil maniobra¨, Santo Biasati, olvidándose por un momento del inminente estallido de la central Fukushima, se preguntó si esta ¨vil maniobra¨no acabaría con nuestro planeta, mientras Edgardo Alfano, buscando tal vez diferenciarse, criticó la ¨maniobra vil¨.

Mariano el latinista citó a Cicerón y se preguntó si nuestro país podía seguir llamándose república o había que inventar una nueva palabra para calificarlo.

Desde la clandestinidad, la diputada Giudici llamó a los ciudadanos a frenar esta dictadura polpo-chavista antes que sea demasiado tarde: ¨Qué pasará cuando el gobierno le prohiba el agua a los opositores o peor, los ahogue.¨

El Coro Estable reaccionó casi en tiempo real: Cobos, saliendo de su letargo, calificó la ¨vil maniobra¨ como preocupante y pidió definir un marco institucional claro que impida el uso del agua mineral para amedrentar periodistas, Ricardito denunció frente a las cámaras de TN el pacto militar-sindical de bidones mientras Gil Lapiedra le tiraba de la manga a un notero e intentaba explayarse sobre esta nueva “crisis terminal”.

Por su lado, la Mentalista junto a Fernando Iglesias, especialista en globalización, presentó el facsímil de la carta que acababa de enviarle al responsable de las operaciones de la Alianza en Libia, teniente general Bouchard, pidiéndole ¨bombardear la plaza de mayo hasta que el gobierno capitule, entregue el agua a los periodistas y se suicide¨. Pino Solanas, desde su campo, aclaró que no tenía la menor idea de lo que el periodista le estaba preguntando, pero confirmó estar escandalizado por eso que el periodista mencionaba.

El editor general del diario, Ricardo Kirchbaum, interrogado por el polpo-chavista Jorge Rial, reconoció que Clarín adeudaba varias facturas a IVESS pero Lanata lo interrumpió gritando que estaba harto de las facturas impagas y que los periodistas estamos a 10 minutos de ser carbonizados por un rayo kirchnerista diseñado por el INVAP con la plata de los jubilados.

Varios oficialistas lamentaron un nuevo tiro en el pie luego de los sueños imperiales de Diana Conti y pidieron que el gobierno redoble sus esfuerzos para evitar este tipo de iniciativas que en última instancia solo perjudican a Cristina.

A última hora de la tarde, cuando la Argentina temía que este hecho inaudito (de una violencia nunca vista desde el año 1810, según declaraciones del historiador Luis Alberto Romero) nos hunda nuevamente en las sangrientas luchas del pasado, el premio Nobel Vargas Llosa confirmó que presentaría en la Feria del Libro el nuevo ensayo de Marcos Aguinis, La República Deshidratada, que relata “con el inconfundible estilo del maestro las horas inciertas que vive nuestra pobre Patria.”