Columnas Rinconet

Así fue la Gran Cena de la MAK (Inundación)

By 9 abril, 2013 17 Comments

En honor a San Ulpiano de Tiro, obispo cuya vida ejemplar iluminó la suya, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, decidió organizar una nueva Gran Cena de la MAK.

A propuesta de la Subgerencia de Temas para Cenas (la todavía desconocida SuTeCe), nuestro Maestro decidió lanzar uno: “¿La austeridad de los gobernantes es beneficiosa para los gobernados?”.

Lamentablemente, el desastre de la inundación, cambió, entre otras calamidades mayores, el rumbo de una cena que por primera vez pretendía ser ordenada. En primer lugar transformó el encuentro en una Reunión Boutique, de servicio casi personalizado. En segundo, nos dejó sin el Inye y su ya legendaria Crónica de la Rosca Bonaerense (“Temimos lo peor, que se haya pasado al massismo”, explicaron algunos chicaneros).

La desolación fue tal que ni siquiera se leyó el Orden del Día, que suele establecer la imperiosa necesidad de contar con uno. Incluso sobraron empanadas, que fueron ofrecidas como pekale al final del encuentro. Algo nunca visto.

Luego de conversar sobre la austeridad de nuestros gobernantes y la enorme ventaja para el Bien Público de su ahorro en hotelería y transporte aéreo, alguien lanzó el tema de su honestidad o más bien de la falta de sospechas sobre la honestidad de nuestros gobernantes. Inspirado sin duda por la falta de público, Rinconete explicó que la sospecha de corrupción es una de las tantas herramientas políticas y que aún si contáramos con un Poder Judicial expedito, cuya unidad de medida no fuera el kalpa, el dilema sería el mismo. Aún inocente, el funcionario sería deshonesto. El mujiquismo nos explicaría que existe una habitación menos lujosa, un vuelo más barato o una cartera menos vistosa.

El amigo Pablo S. junto a Franco, troskista de la MAK y “kirchnerista con lo justo”, al contrario opinó que CFK debería lanzar un gran plan anticorrupción, aunque reconoció que no está en la prioridad de nadie (de hecho el electorado plebiscitó a un candidato procesado como Macri y a una candiata como CFK, sospechada de todos los crímenes, empezando por el incendio de la Biblioteca de Alejandría).

Franco, recientemente llegado de Pyongyang donde fue a tramitar sin éxito la donación de una tibia del Querido Líder Kim Jong-il, explicó que debemos terminar con los sofismas, antes de explicarnos qué es la realidad, verdadero sofisma que dejó boquiabierto incluso a nuestro Maestro de Luz Elbosnio, especialista en el tema.

Daniel, todavía bajo el shock de no contar con un invitado para interrumpir, decidió interrumpir a Franco, a Pablo S., a Lauravi, a Helenita, a nuestro Maestro de Luz y por último, cerrando el círculo de manera magistral a instancias de este, también a sí mismo. Ese acto peculiar generó una controversia sobre si la interrupción de Daniel a su propio discurso era una interrupción o seguía siendo discurso, controversia que aún no fue resuelta.

Frente a esa especie de cinta de Moebius discursiva que amenazaba con generar una curva en el espacio-tiempo o incluso un nuevo Big Bang, Matías salió en defensa de su Maestro e interrumpió sus interrupciones, lo que restableció el orden de las cosas y, según algunos expertos, salvó el universo.

Aprovechando la intimidad del encuentro, nuestro Maestro de Luz propuso debatir sobre la lucha armada de los ´70, tema que varios miembros de la MAK habían transitado, con bastante diálogo pero sin ningún consenso. En efecto, por alguna extraña razón, consideramos que la Revolución del Parque, el secuestro de un vicepresidente o la resistencia armada contra el gobierno de Vichy son hechos políticos, justificables o no, pero políticos, mientras que la lucha armada de los ´70 es una calamidad ética sobre la que no se puede opinar políticamente.

Inspirado sin duda por el vino de ferretería, el amigo Yomal planteó una gran analogía entre la lucha armada y la corrupción: el sentido común nos enseña que ambos son hechos que deben ser medidos con una vara de absolutos morales, sin contexto político alguno.

Una vara moral que condenaría a Yrigoyen, Güemes, Jean Moulin o Firmenich al mismo escarnio que Robledo Puch, Charles Manson o el Petiso Orejudo, ya que ninguno respetó la vida como un valor supremo y todos fueron responsables directos de muertes.

La lucha armada, bajo esa mirada absoluta, fue un cataclismo surgido de la nada que destruyó el equilibrio de una sociedad mansa y respetuosa que resolvía sus conflictos con la parsimonia de un cantón suizo, sin golpes ni proscripciones.

Sobre la pobreza, otro tema analizado, nuestro Maestro de Luz explicó que da igual el sistema de medición (“Si es pobre quién no tiene un tercer auto, la pobreza será alta, si es pobre quien no puede comprar un chipá al año, será baja”), y que lo que importa es la evolución de ese índice.

Al amigo Mendieta le gustó la definición, y siguiendo con el tema de las sospechas, señaló que teniendo en cuenta la longevitud de este gobierno y la cantidad de iniciativas llevadas a cabo, son pocos los hechos de corrupción, aún con la amplificación generosa de los medios opositores. Concluyó, además, que lo que cuenta es la economía y la gestión, grandes activos kirchneristas (sobre la gestión recordamos los terribles anuncios de operadores independientes que explicaban con seriedad la imposibilidad para la ANSES de resolver la logística del pago de la AUH).

Sobre economía, volvimos a mencionar a Miguel Bein, ese extraño economista no kirchnerista que prefiera analizar la realidad antes que indignarse junto al resto de sus colegas serios.

Con una audiencia tan menguada, no fue necesaria la intervención de Leo, nuestro experto en interiorismo y responsable de la Gerencia de Mobiliario Móvil. Como suele suceder cuando tomamos la precaución de limitar la intervención de los arquitectos, el resultado fue óptimo.

Helenita explicó por su lado que por primera vez pudo hablar e incluso escuchar lo que se dijo (este último hecho imprudente la hizo incluso dudar de volver).

El General se entusiasmó con la mención a la lucha armada y fue a buscar unos caños a lo de Bibiloni (ausente con aviso), pero al regresar comprendió que el kirchnerismo de salón sólo se dedica a conversar. Fastidiado, guardó el arsenal en el auto y se fue de la Plaza haciendo mención a unos gorilas que estarían llenando el gobierno popular.

La ausencia de la rama femenina por culpa de la inundación (“hizo falta tanta agua para apagar tanto fuego”), fue compensada con ahínco por la presencia de Lauravi (con quién recordamos, como ya es costumbre, al gran Eduardo Wilde).

Foto: A la salida del Círculo Salvavidas, el General (con anteojos) y Nagus (sin pelo), escoltan a nuestro Maestro de Luz Elbosnio (con el tricornio de gala diseñado por La Maga con la plata de los jubilados). Junto a él, Mendieta (de negro) y Gerardo Yomal.

Detrás, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Leo, la amiga de Mendieta, Franco (con boina), Pablo S., Niqueco, Mariana L., Lauravi, Juan L.R., Helenita, Omar, Pablo y un amigo, Matías y Daniel (interrumpiendo a su vecino).

No me busquen. Seguimos sin fotógrafo y tuve que sacar la foto yo mismo, con la Zenit 53 que gané en la tómbola del PC del año ´81 (1er Premio: Una cámara. 2º Premio: Un fin de semana en Moscú. 3er Premio: Una semana en Moscú).

Dejar un comentario 17 Comments

  • Anónimo dice:

    No acuerdo con Daniel. De ningún modo los efectos de la corrupción están ligados a que efectivamente los acusados sean encontrados culpables o inocentes. Son cosas de distinta naturaleza. De ahí que no me parezca relevante su corolario: defender al funcionario acusado hasta tanto se lo juzgue simplemente por presunción de inocencia. Modestamente, cre que no es ese el problema.
    Espero poder quedarme un rato más la próxima vez… (y que no tengamos inundados)

    ML

  • elbosnio dice:

    Nagus, es al reves. Si lo que usted quiere es acabar con la megamineria debe saquear Fort Knox y revender todo el botin en la calle Libertad.
    En horas, el oro valdrá lo que un presagio de Carrió.

    Tumini está hablando con varios de la banda del Gordo Valor. Tiemblan los de Barrick Gold. (Gordo Barriga en su traducción al castellano)

  • Nagus dice:

    Es una apreciación correcta Don ElBosnio, los saquedores de tumbas salvaron la economía egipcia, con algo así como un beneficio colateral de un comportamiento nada ético. Parecido al reacomodamiento periódico de precios y costos en los productos que la inflación le permite a los empresarios, un beneficio colateral que inspiró a Don Raúl cuando dijo “un poco de inflación no es mala”. O quizás hoy le permita a los oficialismos financiar sus campañas electorales gracias a la corrupción estructural, otro beneficio colateral.

    Lo que no entendí en su razonamiento sofista, es si nos está instando a saquear la calle Liberta para combatir la mega-minería?, espero que Franco me lo explique.

    Hasta la victoria, casi siempre…
    Nagus

  • Rinconete dice:

    Iris
    Casi como haber estado ahí pero sin empanadas frozen es sin duda una opción inmejorable.

  • La austeridad personal de los políticos me parece una idea distractoria para evitar entrar en temas de fondo como cual es el rol que debe cumplir el estado, cómo y cuando y cuanto debe intervenir, y en beneficio de quien…algo así como discutir las remeras con distintivos políticos de quienes ayudan en medio de la inundación (Micheli no es el único escandalizado, mi familia casi sufre un ataque por esas remeras que vieron por tv).
    Muy buena reseña. Como siempre, es casi como haber estado allí, pero sin empanadas frozen.

  • elbosnio dice:

    Nagus, gracias a los saqueadores de tumba una generarción podía apoderarse de las joyas de la anterior, sin perder el rito de ser enterrado con las suyas.

    Los saqueadores de tumbas le quitaron presion a la explotación de minas de oro. Podriamos, sin gran margen de error, situar en ellos los inicios del combate a la megamineria. Sin saqueadores la megamineria habria comenzado en tiempos del faraon.

  • Rinconete dice:

    Mabel
    "Me perdí una gran cena Igual q cuando voy a las cenas"

    Aplaudimos de pie.

    Daniel
    ¿Como no lo voy a seguir? soy su fan.

    PoliticamenteIncorrecto
    Nuestra realidad es trepidante.

    Nagus el Magnífico
    ¿Usted dice que Ramsés, además de robar hasta en la tumba, también hacía?
    Olvidé lo de los ministros autónomos de la voluntad de CFK. Esa es una imagen realmente creativa de nuestro amigo Franco. La autonomía ministerial en la era K es tan real como la voluntad de gobierno del FAP.

  • Nagus dice:

    Acotación al pié. Se ha cometido una injusticia con nuestro arquitecto con posgrado en el reordenamiento mobiliario. Leo explicó (ante el asombro del grupo ingenieril) el concepto de denominador común político, que también pudo haber sido factor común, pero me dijo que no quería complicarles la vida a los legos.

    Y el Trosko afirmó (mientras tapaba el micrófono con un ademán) que varios de nuestros Ministros no seguían las ordenes de la chica que nos gusta y eran un desastre. Ante la insistencia de la chusma que pedía los nombres -al tiempo que armaban las horcas- Franco se negó a revelar la lista y aseguró que la entregará a la justicia, como hizo Don Raúl con las pruebas del pacto sindico/militar.

    Así nos va…
    Nagus

  • Nagus dice:

    En el antiguo Egipto, más exactamente a partir de la cuarta dinastía, no sólo los faraones eran enterrados con fastuosos sepulcros sino que también competían en ostentación mortuoria con sus ministro destacados, consejeros, celebrities y ñoquis famosos.
    No faltó mucho para que los saqueadores de tumbas se convirtieran en la carrera más demandada de la facultad de Memphis. Obviamente, las tías Cholas egipcias deploraron tan nefasta profesión, el sólo hecho de robar ya es suficientemente malo, pero además le robaban a un muerto incapaz de toda defensa.
    "Sunescándalo" habría dicho Pino Primero frente al ágora de indignados.

    El hecho es que más allá de los juicios morales, gracias a los saqueadores de tumbas la economía egipcia pudo sobrevivir a su destino (que parecía estar en el otro mundo, junto a las momias que saqueaban), ya que en una sociedad donde no se podía emitir moneda -desenfrenadamente como hacen los K- estaban aniquilando el mercado al sepultar todo su oro junto con sus propietarios.

    Parece que este habría sido el argumento usado por ElBosnio para defender su sofisma sobre las bondades de un Estado corrupto.
    Este y su capítulo del MAKnual Corrupción Y Coimas

    Never less…
    Nagus

  • Cambios en la foto, sale Zanini entra Parrilli

  • Daniel dice:

    Vamos por todo, Rinconete. Me sigue?

  • Mabel dice:

    Me perdí una gran cena Igual q cuando voy a las cenas

  • Rinconete dice:

    Daniel
    Hemos dejado de lado un tema fundamental: la interrupción de comentarios escritos. ¿Cómo se hace? ¿Un comentario es necesariamente una interrupción de otro? ¿Cómo aclarar ese punto? Le dejo la inquietud.

    Amigo Mendieta
    Debemos confesar que es pura envidia. Hasta último momento esperamos que nos dijera, "entre ella y yo sólo hay una maravillosa amistad". Así nos va.

  • elbosnio dice:

    Mendienta, fue ella que nos dijo, despues de esuchar su intervención sobre el bajo nivel de corrupción en el gobierno, ¨soy apenas una amiga¨.

    No salga sin una muda de ropa en la mochila, puede encontrarse cualquier dia con una cerradura rebelde.

  • Mendieta dice:

    No voy a permitir, bajo ningún punto de vista, que hablen de mi mujer como "mi amiga". O sea: ella y yo sabemos que la amistad es algo tan importante, que debemos preservarla de cuestiones subalternas como el amor, por ejemplo.

  • Daniel dice:

    Perdón que interrumpa mi comentario anterior, pero el prestigio de Matías, un interruptor que acecha mi performance peligrosamente, también está siendo mancillado.

  • Daniel dice:

    Creo que Rinconete ha caído en el síndrome denominado por el seissieteochismo "Distinta vara".
    La última cena de la MAK fue un cúmulo de interrupciones donde se han interrumpido sin pausa los unos a los otros.
    No es que me sienta indignado. Todo lo contrario, esto ya es una fiebre y para deterioro de mi prestigio, he perdido la exclusividad.